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Lindsey Vonn, de 33 años, sigue al pie del cañón incluso durante sus vacaciones. La de Minnesota, que se ha lesionado unas cuantas veces, no afloja. Su amor por este deporte no ha cambiado desde que empezó a competir con ocho años.
La estrella indiscutible de la Copa del Mundo sigue un riguroso entrenamiento físico. Un entreno específico para la práctica del esquí alpino con un acompañante de lujo, su mascota Lucy.
Rutina de entrenamiento de Lindsey Vonn
No en vano, ella mima afirma que “mientras siga disfrutando y no tenga que utilizar mucha cinta adhesiva para mantener mi cuerpo unido, seguiré luchando”.
