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A las puertas de un profundo cambio de tiempo, el bloqueo anticiclónico tiene las horas contadas. Una borrasca con vientos húmedos del sur y el sureste traerán precipitaciones a gran parte de la Península.
La nieve llegará finalmente a partir del jueves. Aunque, ésta se intensificará sobre todo el fin de semana -con gruesos de unos 25 cm en el Pirineo oriental- y los vientos que girarán al NE.
El modelo GFS prevé ya precipitaciones desde el 26 de noviembre hasta el 4 de diciembre. Todo indica que el NAO va a la baja, así como los ensembles que tienden incluso a ponerse negativos tanto en el modelo la NOAA como modelo Europeo. El cambio de escenario está asegurado, aunque la evolución de los modelos meseoescalares de las próximas horas serán clave.
La nieve devolverá el pulso
Llega la primera nevada a las puertas del invierno meteorológico. Una nieve que llegaría como agua bendita tras un mes de sequía continuada. Y aunque los gruesos y la cota del elemento blanco vendrán determinados por la ubicación final de la bolsa de aire frío, si podemos decir que el cambio de tendencia de las últimas semanas está más que asegurado.
FOTO: Meteociel.fr
El Pirineo comenzará a teñirse de blanco a partir del jueves, la cota se situará entre los 2.100 / 2000 m. A partir del viernes y sábado podrá nevar a 1.800 m y el Pirineo oriental podrá ser el más beneficiado por la borrasca. Unos gruesos que podrían superar los 25 cm, sobre todo en el área de Vallter 2000.
La nieve llegará igualmente, aunque algo menos en La Molina. Así lo apunta el meteograma siguiente, por lo que la nevada se reduciría al llegar al área de Canillo. Las cotas pueden oscilar los 1700 a 1900m.
