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Marta Gastón, consejera de Economía del Gobierno de Aragón y presidenta de Aramon, ha manifestado a TVE que esta primavera quedará instalado el nuevo telesilla de Cerler, que debe conectar la estación de esquí con el Valle de Castanesa, según informa Esquiades.
El verano pasado empezó la preparación de la zona, con máquinas trabajando en la montaña y moviendo terreno. Pero la ampliación de pistas es necesario contar con tierras que son de propiedad privada. En enero, el Departamento de Vertebración del Territorio del Gobierno aragonés (DGA) empezó con los trámites de expropiación, después de que en septiembre se publicara la orden de expropiación para seguir avanzando con las obras. La propiedad de la montaña es de setenta socios, con los que Aramon ha llegado a un acuerdo con algunos, pero no con todos.
Hay discrepancia incluso entre los partidos del gobierno de Aragón. PSOE y PAR son favorables al proyecto, CHA y Podemos están en contra. Y las asociaciones ambientalistas rechazan de manera unánime la ampliación de la estación de Cerler por ese valle.
Cuando se fundó Aramon, el grupo compró terrenos rústicos que el el ayuntamiento de Montanuy, en el Valle de Castanesa, recalificó a urbanos para financiar con los beneficios la que tenía que ser la estación más grande del Pirineo. La previsión era invertir 400 millones de euros y construir un complejo turístico con cuatro mil apartamentos, campos de golf y teleféricos. El proyecto lo llevó a cabo Norman Foster y se pagó veinte millones de euros por 180 hectáreas, recalificando el ayuntamiento otras cincuenta.
La crisis inmobiliaria y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, ratificada por el Supremo, que declaraba nula la recalificación de terrenos echaron por tierra el proyecto de Aramon en Cerler.
Montanuy comprende 17 núcleos poblados con un total de poco más de doscientos vecinos. Entre ellos hay diferencias de opinión, pese a que el proyecto se ha visto reducido y la inversión prevista es de 40 millones de euros.
