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El turismo invernal es un elemento muy importante en la economía de Andorra. El Covid-19 obligó a interrumpir abruptamente la pasada temporada y tanto el Govern del Principado como Ski Andorra, la asociación de las estaciones de esquí del país, deben decidir cómo afrontar a nivel sanitario el próximo invierno, informa ‘Poble Andorrà’.
Está en un estudio un proyecto por el cual se realizarán pruebas del Covid-19 a los visitantes. Pero hay muchas dudas todavía al respecto. Hay que decidir si se realizan tests a todos los turistas, sólo a los esquiadores o a aquellos que pernocten en Andorra. O bien no realizar prueba alguna. La situación de la epidemia en los países vecinos, de donde vendrá la mayoría de turismo, y de la propia Andorra en el momento de arrancar la temporada será un factor importante a tener en cuenta.
Coste elevado y tests de saliva
El proyecto tiene las dificultades serias. El resultado de una prueba TMA o PCR puede tardar de uno a dos días, en el mejor de los casos. Puede ocurrir que el turista vaya a pasar sólo un fin de semana o un par de días. La posibilidad del test de saliva tiene sus pros y sus contras. A favor, el factor tiempo porque el resultado es inmediato y su coste es de menos de diez euros. Su mayor defecto es la poca fiabilidad, pudiendo dar negativo teniendo ya el virus activo aunque con poca carga vírica.
El coste también hay que tenerlo en cuenta porque una prueba TMA vale alrededor de 25 euros y en invierno entran millones de personas en el país. Este fue el motivo por el que se descartó este verano hacer pruebas masivas a los visitantes. En las próximas semanas se decidirá qué hacer al respecto, siempre teniendo en cuenta la evolución de la pandemia tanto en Andorra como en el resto de países.
