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Buen susto el que se han llevado esta mañana una familia francesa que está veraneando en la Val d’Arán. Transitaban por el Cerro de Barlongueta, junto a Montgarri (Naut Aran) cuando se han percatado que faltaba uno de los hijos, un chico de 21 años, según informa AranNau Digital. El motivo es que se había encontrado cara a cara, a menos de diez metros de distancia, con una osa y sus tres cachorros.
La reacción del muchacho ha sido gritar y gesticular ante el animal, que se ha mostrado más dedicado a proteger a sus crías con firmeza, sin arredrarse ante los gritos del chico y mostrando una actitud firme pero exenta de agresividad.
Cuando las crías se han alejado con su madre, el chico ha salido corriendo montaña arriba y no ha sido hasta que ha llegado a una zona con cobertura telefónica cuando ha podido reclamar ayuda llamando a su familia, que de inmediato han contactado con el 112 de emergencias. En su rescate han acudido los Pompièrs d’Aran, la Unidad Aérea de los Agentes Rurales, los Agentes de Medio Ambiente del Conselh Generau d’Aran y los Mossos d’Esquadra.
Según Carlos Barrera, sindic de Aran, el turista se ha asustado pensando que la osa le iba a atacar. La zona ha sido rastreada con perros adiestrados para localizar al animal y sus crías pero sólo han podido encontrar pelos de la osa, que serán analizados para su identificación genética. Asimismo se espera recuperar alguna foto en las cámaras de fototrampeo ubicadas en la zona. En una de ellas se ha encontrado una foto de una osa adulta que probablemente haya sido la que ha causado el incidente.
Hay que recordar que la actitud que hay que mantener ante un oso es hacerse oír de lejos y, si el encuentro es a corta distancia y el oso ya nos ha detectado, alejarse lentamente del lugar hablando en voz alta, siempre de manera que el oso vea claramente que no hay ninguna amenaza hacia él o sus crías. No se deben hacer gestos agresivos ni gritar, dado que esto podría interpretarse como un peligro por parte del animal.
