
Doce senderistas muertos y un número todavía indeterminado de desaparecidos es el balance provisional de la crecida del río Raganello, en Calabria, y que originó ayer lunes un desbordamiento en un torrente. La zona se encuentra dentro del Parque Nacional de Pollino y se vio afectada por fuertes lluvias, que hizo que el caudal de los ríos aumentase muy rapidamente.
El hecho de que la tormenta se produjese aguas arriba impidió que quienes estaban circulando por la garganta no tomasen precauciones. Pero la llegada del agua fue brutal, súbita, y arrasó todo lo que encontró por delante.
Los equipos de salvamento rescataron a 18 personas, entre los que había niños, y doce personas más han fallecido. Además se busca a un número indeterminado de posibles víctimas. La mayor parte de afectados son italianos, aunque se desconoce el número exacto de afectados porque muchos realizaban la visita al desfiladero sin la compañía de un guía oficial.
La garganta del río Raganello discurre a lo largo de 13 km en el Parque de Pollino, desembocando en Civita de Castrovillari. En algunos tramos su lecho es muy estrecho (apenas cuatro metros) y es ahí donde el peligro es mayor en una crecida, fenómeno inhabitual en esta época según precisó el jefe de Protección Civil de Calabria, Carlo Tansi. “El desfiladero se llenó de agua en muy poco tiempo y las personas fueron catapultadas como balas. Muchos cuerpos se han encontrado tres kilómetros río abajo”.
La dificultad de la orografía tampoco ayuda a las labores de rescate, que han empleado medios aéreos, acuáticos y de escalada. Durante todo el día se han buscado posibles superviventes que pudiesen haber quedado aislados en pequeñas porciones de tierra o islotes.