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La flamante pista de Zermatt-Cervinia, que el próximo mes de noviembre será escenario de las pruebas de descenso de la Copa del Mundo 2023-24 y sería la primera en cruzar dos países (Suiza e Italia), es ilegal. Así lo han advertido las autoridades locales a los organizadores.
Según indica la prensa helvética, la organización ha sido acusada por activistas climáticos de «destruir» un glaciar para dar forma a la pista. Todo ello obligará a cambiar un recorrido marcado por la polémica, dado que una parte de la nueva pista cruza una zona no autorizada.
Protestas de Greenpeace y otras organizaciones medioambientales
Fotos y vídeos publicados por los medios suizos muestran excavadoras trabajando en el glaciar Théodule. No en vano, ha causado conmoción en Suiza. Y es que los glaciares se están derritiendo a un ritmo alarmante desde hace varios años por el efecto del calentamiento global.
La Comisión Cantonal de Construcción del Valais indicó el martes que había observado que «parte de las instalaciones invaden, pese a ser una superficie muy pequeña, una zona de esquí desautorizada en territorio suizo».
El director del comité organizador de la carrera, Franz Julen, se defendió ante los medios suizos afirmando que las excavadoras en el glaciar no rompieron nada, sino que realizaron trabajos para rellenar grietas.
Las pruebas de Zermatt/Cervinia
Este año, las pruebas tendrán lugar los días 11 y 12 de noviembre – para los hombres – y 18 y 19 de noviembre para las mujeres, en una pista diseñada en territorio suizo e italiano, en parte sobre el glaciar suizo Théodule.
El año pasado, las pruebas de la Copa del Mundo en Zermatt/Cervinia tuvieron que ser cancelados debido a la falta de nieve y, sobre todo, a la imposibilidad de crearla debido a las altas temperaturas.
La carrera de 4 Km se ubica en la pista llamada «Gran Becca». Comienza a 3.800 m en territorio suizo y finalizaría a 2.865, en territorio italiano, en el lago Cime Bianche.
