
Henrik Kristoffersen ha cumplido su sueño de ser campeón del mundo y hoy lo ha logrado en la pista Olympia de Are derrotando en el gigante a Marcel Hirscher, su ‘bestia negra’ ante la que ha tenido que inclinarse en multitud de ocasiones. El noruego ha superado al de Salzburgo en veinte centésimas y Alexis Pinturault ha sido bronce al acabar a 42.
Ha sido una carrera con un desenlace emocionante que ha empezado a plantearse en una primera manga sobre una nieve muy difícil, húmeda y que se ha deteriorado con rapidez. Tanto en la primera como en la segunda bajada los marcajes han sido dinámicos, buscando la velocidad y la lucha hoy ha estado más contra la nieve que contra las puertas.
Los primeros marcan distancias
Los dos primeros en tomar la salida han marcado la pauta de lo que iba a ser la prueba. Kristoffersen, con el primer dorsal, ha bajado a fondo, sabiendo que tenía la mejor superficie para deslizar y que los que viniesen por detrás ya no iban a encontrar la misma calidad. Pinturault, que ha salido detrás del noruego, ha rebajado su tiempo en 18 centésimas, aprovechando el estado de forma de su vida, que le llevó a ganar esta semana el oro en la combinada. Atrás parecen ya sus ‘picos’ en los resultados, las épocas en que daba una de cal y cinco de arena y que cuando no era culpa del material lo era de las concentraciones o los métodos de entrenamiento. Hoy ha hecho una primera manga muy agresiva sobre una nieve peligrosa y le ha salido bien, rebajando en 18 centésimas el tiempo de Kristoffersen.

Cuando le ha tocado el turno a Hirscher, se ha colocado entre Pinturault y Kristoffersen. Al austriaco le ha faltado el instinto asesino que le caracteriza. Anuló ayer una rueda de prensa que ya estaba convocada alegando molestias a causa de un resfriado y se ha mantenido distante desde que ha llegado a Are. De todos modos, estaba claro que si no había caídas o salidas de pista entre ellos tres se iban a jugar las medallas puesto que Thomas Fanara ya estaba a 42 centésimas y Loic Meillard a 75. Necesitaban un fallo de los tres de delante o firmar la segunda manga de su vida.
Destacan Schmid y Odermatt; Del Campo 33º
A destacar las bajadas de dos esquiadores que pueden ser el futuro en las especialidades técnicas: el alemán Alexander Schmid, 24 años y séptimo en la primera manga, y el ya más conocido suizo Marco Odermatt, de 21 y octavo, que en Mundial junior de Davos del año pasado se colgó todos los oros menos el de slalom, que fue para Clément Noël.
¡.@JDelCampoSki, el 33 del mundo en el #GS @Are2019!
El vasco de #rfedialpino es exigente consigo mismo y buscaba en esta prueba un top 30, por otra parte satisfecho 😁 por mejorar en 2 posiciones su resultado en 2017
¡Vamos #spainsnow 🇪🇸! @deportegob @BATbasqueteam @audispain pic.twitter.com/TlfSQrmCgk— RFEDI (@RFEDInv) 15 de febrero de 2019
Dos españoles en la salida: Juan del Campo y Alex Puente. El de Bilbao ha podido disputar la segunda manga tras acabar 33º a 4″86 de Pinturault y el catalán no ha podido acabar la primera. Del Campo ha finalizado en una más que honrosa 33ª posición, a 8″01 del nuevo campeón.
En la segunda bajada el estado de la pista ha sido más o menos el mismo, yendo los baches a más y con algunas puertas ya muy marcadas. Marco Schwarz ha marcado el primer tiempo ‘serio’ y Zan Kranjec ha logrado igualarle. De inmediato, Loic Meillard se lo ha arrebatado por doce centésimas cuando sólo quedaban por salir los cuatro mejores en la primera manga.

Un Kristoffersen desatado
Thomas Fanara podía haber sido el podio más veterano de un Mundial (37 años) pero ha perdido la línea y se ha salido. Kristoffersen ha salido enfurecido, dispuesto a darlo todo y arriesgando al límite. Sabía que ante Hirscher y un Pinturault en gran forma bajar con la calculadora no le iba a servir de nada. Y ha hecho un descenso de maestro, llegando a tener más de un segundo de ventaja sobre el ‘crono’ de Meillard. Al final, 92 centésimas sobre el suizo, que ha acabado quedándose a medio segundo del podio.
Hirscher ha perdido pronto su exigua ventaja sobre el noruego y a mitad de pista ya estaba empatado para acabar cediendo dos décimas en la parte final. Quedaba Pinturault. El francés ha empezado bien, ganando décima y media y a partir de ahí sufriendo un goteo de centésimas que le han apartado del oro pero le han dejado el bronce.

Al final explosión de júbilo de un Kristoffersen que se lleva un premio más que merecido por su eterna porfía, resignación de Pinturault y una actitud no muy elegante de Hirscher, que no ha revalidado su título y que ha felicitado a su rival de manera adusta y por compromiso. No es habitual esta actitud en el campeón de Salzburgo. Kristoffersen se ha colgado el oro en Are, donde se proclamó campeón del mundo por última vez un noruego: Aksel Lund Svindal, que cuelga los esquís saliendo por la puerta grande tras su plata en el descenso.
CLASIFICACIÓN
Gigante masculino del Mundial de Are