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La polémica entre conductores y ciclistas ha vuelto a la carga. La siempre discutida impunidad de los ciclistas a la hora de cometer infracciones parece que pretende encontrar remedio gracias al uso de los helicópteros de la DGT.
Cierto que existe un grave problema de convivencia que no se puede arreglar únicamente endureciendo la vigilancia de los ciclistas.
Un grupo de ciclistas fue capturado por Pegasus infringiendo las normas de circulación en la Carretera de San Martín de la Vega en Madrid. El grupo fue de esta forma multado.
La infracción en concreto fue la circulación en paralelo de hasta 3 ciclistas, lo cual está prohibido ya que no se permite la circulación en paralelo de más de 2 bicicletas. De hecho, incluso si la circulación es intensa y existe riesgo de atropello o de obstaculizar el tráfico, se recomienda que éstos circulen de uno en uno.
¿Realmente a los ciclistas se les brinda la adecuada seguridad?
Esta sanción ha levantado sentimientos contradictorios, tanto en ciclistas como conductores. Y es que la intensificación de la vigilancia sobre los ciclistas es algo que exigen desde el mundo del motor para que respeten en mayor medida las normas de circulación.
Pese a ello, el colectivo ciclista también se reclama mayor vigilancia sobre los conductores que no respetan a las dos ruedas dentro y fuera de las ciudades.
Queda claro que existe un grave problema de convivencia que no se puede arreglar únicamente endureciendo la vigilancia de los ciclistas. Pero lo más importante, para mejorar la convivencia entre los primeros y los conductores, es brindar mayor seguridad al ciclista.
¿La vigilancia sobre los ciclistas para que éstos respeten en mayor medida las normas de circulación, servirá también para multar las infracciones de los coches?
