
Envuelta por la nieve, Alpe d’Huez descubre un gran paraje alpino, que vive por y para el deporte blanco. La estación francesa de la región del Oissans –con 250 Km de pistas alpinas y 70 remontes de última generación-, está dominada por la cima del Pic Blanc de 3.300 metros.

Un centro invernal que presume por tener la pista más larga del mundo, La Sarenne, de 16 km de descenso non stop. Un título que crea dudas. Pese a ello, se trata de uno de los descensos que pone a prueba las piernas de los mejores esquiadores.
Tras las míticas 21 curvas de dura ascensión, numeradas en sentido descendente, el Alpe d’Huez revela uno de los dominios esquiables más completos de los Alpes franceses. Es el escenario de la élite del ciclismo en verano. A los pies del macizo de les Grandes Rousses, es una de las mejores elecciones para la práctica de los deportes de invierno.

Sus vistas hacia los gigantes de los Alpes -Montblanc, Ventoux, Gran Paradís, Cervin y la Mejie, no dejan indiferente. Alpe d’Huez se ubica al sur. Es conocida igualmente por la isla del sol. Su microclima particular combina armoniosamente con la calidad de la nieve polvo gran parte del año.
Sus ocho décadas de funcionamiento no se suceden porqué sí. Alpe d’Huez, a sólo 63 Km. de Grenoble, conecta seis valles para la práctica del esquí. Unos pueblos convertidos centros invernales. Y es que los signos de tradición y belleza arquitectónica se dejan notar desde Auris-en-Oisans, Huez-en-Oisans, Oz-en-Oisans, Vaujany hasta Villard-Reculas.
LA SARENNE DE ALPE D’HUEZ, UN DESCENSO IMPONENTE Y OBLIGATORIO

Lejos de ser una de las estaciones más extensas de los Alpes, Alpe d’Huez ofrece unos descensos espectaculares. La bajada desde el Pic Blanc, a 3.300 metros, por cualquiera de sus laderas, es soberbio y se reserva a esquiadores de nivel avanzado.
La pista negra que discurre por el glaciar de Sarenne, con 16 Km de longitud, es una de las más largas del mundo. Se trata de un descenso de 1.800 m de desnivel, de aproximadamente una hora y media de duración sin necesidad de tomar ningún remonte mecánico.
LE TUNNEL, SÓLO PARA LOS ESQUIADORES CONSAGRADOS

Otra de las razones de visita a Alpe d’Huez es la pista negra del Tunnel. El itinerario insólito, que atraviesa la montaña de Grandes Rousses por medio de un túnel de 200 m de largo, accede a uno de los muros más empinados de los Alpes.
La pista comienza en la salida del teleférico Pic Blanc, en la cota 3.300 m. Se trata de un descenso que se reserva a los esquiadores con un buen nivel de esquí. Y si la pendiente natural se acercaba a los 35º de inclinación, en la actualidad ha sido acondicionada y no sobrepasa los 30º de inclinación.
ACCESO PISTA LE TUNNEL
LAS PISTAS INTERMEDIAS Y DEBUTANTES TAMBIÉN SE CONTEMPLAN EN LA ESTACIÓN DEL OISANS
Las pistas que nacen en la cota 2.700 abren la puerta a los esquiadores intermedios. Las pistas azules y el área de debutantes se sitúan en la cota 1.860. Una red de telesillas y telesquís pondrán a prueba las piernas de los futuros campeones.
Para los que les gusta hacer ruta, los descensos hasta Oz en Oisans (1.350 m) y Vaujany (1.250 m) son de una calidad exquisita. Además de un panorama excepcional y longitud de pistas considerable, los restaurantes de altitud serán los mejores aliados para reponer fuerzas.

EL APRÈS-SKI ES OTRO DE LOS PLATOS FUERTES DE ALPE D’HUEZ
La estación francesa combina el esquí con otras tantas actividades. Junto a la gran piscina descubierta, el centro invernal propone una visita al Palacio de Deportes para disfrutar de una sesión 100% deportiva.

Igualmente, la zona de aguas abre una gran zona con masajes, saunas, jacuzzis, curas y otros baños relajantes. Sin obviar, una visita a la pista de patinaje nocturna, antes de ir a tomar una copa en alguno de los locales de moda del centro invernal.