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Lake Louise espera la Copa del Mundo masculina dentro de dos semanas, con un descenso (día 26) y un super G (27). Una semana después llegará la competición femenina con dos descensos (2 y 3 de diciembre) y un super G (día 4).
Pero la nieve no llega a la estación canadiense y los nervios van a más a medida que pasan los días. Los responsables de la estación esperan un brusco descenso de las temperaturas y nevadas a partir del miércoles pero será mañana martes cuando la FIS realice el último control, que ha sido aplazado del domingo a mañana.
En Killington, donde tendrá lugar un gigante (día 26) y un slalom (27) femeninos las noticias no son tan alarmantes y parece que la Superstar estará a punto. Los cuidados en la pista son continuos y, de momento, a su alrededor todo es verde sobre todo en la zona baja.
Por lo que respecta a Beaver Creek se trabaja también sobre una sola pista a la espera de poder abrir otras el próximo viernes, día en el que la FIS tomará una decisión sobre el descenso, super G y gigantes de los días 2, 3 y 4 de diciembre respectivamente. Quedan tres semanas y, aunque los pronósticos no son muy favorables, hay tiempo de margen.
