Se acerca un invierno donde El Niño apunta a ser el protagonista

Tras tres años de Niña nada favorables en estas latitudes, los parámetros están cambiando

La NOAA afirma que se observan condiciones de El Niño
La NOAA afirma que se observan condiciones de El Niño

Si hay una teleconexión mediática y conocida, ésta es ENSO, es decir Niño o Niña. Recordemos que las teleconexiones en meteorología son relaciones a larga distancia entre los patrones meteorológicos en distintos lugares del mundo. Estas relaciones se basan en la observación de que cambios en una región geográfica pueden tener un impacto significativo en las condiciones meteorológicas de otras regiones distantes. Cabe subrayar que una teleconexión siempre va asociada a una anomalía, que puede ser positiva o negativa, en relación con lo que se consideraría normal. Más información aquí.

La NOAA en su última actualización del 6 de noviembre destaca que, “se observan condiciones de El Niño. Las temperaturas de la superficie del mar ecuatorial (SST) están por encima de la media en todo el territorio Océano Pacífico central y oriental. Las anomalías atmosféricas del Pacífico tropical son consistentes con El Niño. Se prevé que El Niño continúe durante la primavera del hemisferio norte (con un 80% de posibilidades entre marzo y mayo de 2024).”

La Niña da paso al Niño en el hemisferio norte

Después de tres años consecutivos del fenómeno conocido como “Niña”, la NOAA da por finalizada la teleconexión de la “Niña” (ENSO), Tres años que coinciden con la sequía tan fuerte que estamos sufriendo, y la disminución de entrada de perturbaciones de levante. No en vano, el último levante fue en enero de 2020 con “Gloria”. Ahora bien, ¿podemos pensar que el agua superficial caliente nos puede ser más favorable? Vamos a analizar las previsiones, intentamos responder que significa el fenómeno del Niño y su contrario la Niña y si esta teleconexión, tiene alguna influencia en el clima europeo más concretamente en nuestro país.

El fenómeno del Niño, llamado oficialmente “El Niño-Southern Oscillation” (ENSO), es una anomalía climática que se produce en la región del océano Pacífico. Se considera “El Niño” cuando las temperaturas de la superficie del agua en la región central y oriental del océano Pacífico tropical aumentan más de lo habitual. Este aumento de temperatura del agua es uno de los principales indicadores del Niño.

La llegada del Niño oscila entre dos y siete años

La temporización del Niño no sigue un calendario fijo y puede variar en el tiempo. Generalmente se produce cada pocos años, con un intervalo de tiempo que oscila entre dos y siete años. Cuando esta anomalía surge, puede tener consecuencias significativas en los patrones climáticos de otras regiones del mundo, ya que afecta a las corrientes de aire y los sistemas atmosféricos.

Para ser considerado un Niño “fuerte”, las temperaturas de la superficie del agua en la región del océano Pacífico tropical deben elevarse a valores significativamente superiores a los normales. Y esta anomalía debe mantenerse durante un período prolongado. Un Niño fuerte puede provocar cambios sustanciales en el clima y las condiciones meteorológicas a escala global, tales como sequías, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos.

En el cuadro de encima ve pintado de color azul períodos de tres meses que se consideran “niña” y de color rojo períodos de tres meses que se consideran “niño”. Los tonos grises son neutros, es decir no hay niño ni niña, (o aún no está pintado por no haber un blog significativo).

Estas variaciones de la temperatura de la superficie del mar, se representan en sus anomalías positivas (igual o más de 0,5 grados niño) y las anomalías negativas (igual o menos de 0,5 la niña) que deben darse durante tres meses. Si llegan entre valores de 2 a 2,5 grados la anomalía se considera muy fuerte. Por tanto, estamos ante una situación de “niño” o “niña” fuerte.


Niño o Niña, periodos de precipitaciones o sequías abundantes

Observamos, por ejemplo, que el invierno de 2018 -muy generoso con nevadas coincide en un período invernal con niño-, sin querer trasladar nada simplemente como dato.

Como curiosidad, el nombre del niño solía producirse en torno a Navidad con un aumento de la temperatura superficial del agua. Los pescadores lo asociaban al nacimiento del niño Jesús y de ahí el nombre del niño, y la niña como opuesto a éste.

En el ámbito genérico, tanto el Niño como la niña producen lluvias mucho más abundantes y sequías importantes endiferentes puntos del planeta sequía. Pero vemos cómo esta teleconexión no tiene unos efectos claros y visibles en el continente europeo ¿Significa que no hace nada? No, de hecho, estudios de Met office (UK) cada vez más parece haber unos efectos que se van haciendo visibles a medida avanza esta ciencia.

¿Y cómo afecta el niño o la niña en Europa y más concretamente en Cataluña?

Vamos pues a fijar ya a microescala qué efectos puede tener el niño en nuestra casa y utilizaremos una referencia publicada en el Meteocat con un análisis de 100 años de estudio. Reproduzco texto íntegro:

“si existe alguna relación entre el clima en Cataluña y El Niño para los últimos 100 años. A partir de los datos de la tesis doctoral de Vicent Altava y Ortiz (2010) “Caracterización y monitorización de las sequías en Cataluña y norte del País Valenciano. Cálculo de escenarios climáticos para el siglo XXI” se puede ver que la gran mayoría de sequías identificadas en el conjunto del noreste de la península Ibérica (Cataluña, Aragón oriental y el norte del País Valenciano) que se han producido desde de los años 80 del siglo XX han tenido lugar después de un episodio de El Niño”

En el gráfico siguiente del mismo artículo queda claro que en situaciones fuertes de niño en nuestra casa es mucho más probable tener situaciones de sequía. Aunque observamos que con episodios de niña también se han producido, pero mucho menos. Pese a ello, no se puede afirmar al 100% y recordamos que en los gráficos más generalistas no aparece representada la teleconexión.

Posibles efectos en Europa y la Península Ibérica

Las investigaciones científicas en los últimos años han puesto de manifiesto algunos de los posibles efectos que el Niño puede tener en Europa y la Península Ibérica:

Inviernos más suaves y húmedos. En algunos casos, el Niño ha estado asociado con inviernos más suaves y con una mayor probabilidad de lluvias en algunas regiones de Europa occidental, como Reino Unido e Irlanda. Esto puede tener un impacto positivo en el abastecimiento de agua y la agricultura.

Cambios en los patrones de tormentas. El Niño puede influir en los patrones de tormentas en el Atlántico, lo que puede afectar a la intensidad y trayectoria de las tormentas invernales. Esto puede llevar a un aumento de los vientos fuertes y tormentas en algunas regiones de la Península Ibérica y otras partes de Europa occidental.

Variabilidad regional. Es importante destacar que los efectos específicos pueden variar de un episodio del Niño a otro y también dependen de la intensidad del fenómeno y de otras condiciones climáticas. No hay una respuesta única para cómo afectará a cada episodio del Niño en Europa y la Península Ibérica.

Todo apunta a un cambio substancial 

En resumen, los efectos del Niño en Europa y la Península Ibérica son más difíciles de predecir y pueden ser más variables que en otras regiones más cercanas a la zona del Pacífico. Las investigaciones continúan para entender mejor estos impactos y cómo pueden afectar el clima y las condiciones meteorológicas en estas regiones europeas.

La mayoría de modelos indican que El Niño persistirá hasta abril o junio ​​de 2024 y después transición a ENSO-neutro. En su punto álgido (noviembre-enero), casi todos los modelos sugieren a El Niño de moderado a fuerte (ONI valores iguales o superiores a 1,0ºC).

Para finalizar, y si lo comparamos con el año pasado, la situación sinóptica en el continente está cambiado. Simplemente está por ver cómo está nevando en los Alpes cuando el año pasado a estas fechas no había caído nada, con niña fuerte. Y la península sobre todo oeste peninsular y franja norte está lloviendo y nevando con ganas. Por tanto, todo apunta a que están cambiando las cosas. Quizás, este período de tres años de niña nada favorables para nosotros con niño lo son más, quizás este río húmedo y cálido nos traen las precipitaciones deseadas.

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