Como cada mes, echamos un vistazo a los dos grandes modelos estacionales que intentan predecir cómo será el mes de septiembre de forma general tanto en el ámbito de temperatura como de precipitación. Por tanto, son una tendencia no una previsión meteorológica de un determinado día del mes.
Como siempre utilizamos el modelo Americano de la @noaa basado en el modelo CFS a largo plazo, y el modelo Copernicus basado en el modelo Europeo ECMWF. Es importante recalcar que, cogidos en pinzas, es comprobable que su nivel de probabilidad muchas veces es bastante bajo. Pese a ello, no dejan de ser herramientas útiles y valorables.
Los modelos se aúnan en precipitaciones y distan en temperaturas
La tendencia de ambos modelos es bastante homogénea en cuanto a las precipitaciones. Ambos modelos ven precipitación por encima de la media climática, lo cual sería una noticia fantástica. Así mismo, el europeo es muy optimista por poniente y las tierras del Ebro, muy parecido en el americano.
En cuanto a temperaturas son la cara y la cruz, mientras el modelo centroeuropeo ve temperaturas claramente por encima media climática, el americano las ve en media. Hay que ver que paso, ya que mirando las previsiones este inicio de septiembre vuelven a dispararse, por lo que la razón radicaría en el europeo.

Para entender algo mejor qué es un modelo estacional y qué variables utiliza para determinar estas tendencias tomamos por ejemplo el modelo Copernicus, Europeo.
Para la predicción de la evolución del clima, los modelos estacionales como Copernicus toman en cuenta varios factores que pueden afectar al clima. Entre ellos, incluyen las temperaturas de la superficie del mar, las corrientes oceánicas, las variaciones en la radiación solar y las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros.
Para realizar una predicción, el modelo Copernicus utiliza datos de observación recogidos en tiempo real, así como datos históricos, para generar simulaciones del clima. Estas simulaciones se utilizan para predecir las tendencias climáticas futuras, incluyendo las temperaturas, precipitaciones y otras variables climáticas.
Los datos que se tienen en cuenta en el modelo Copernicus varían dependiendo de la región geográfica y de la variable climática que se esté estudiando. Por ejemplo, para predecir la temperatura en Europa, el modelo utilizaría datos sobre la temperatura de la superficie del mar y otras variables oceánicas que afectan al clima en la región.
Modelo Europeo, Copernicus:

Este modelo nos pinta un septiembre cálido con temperaturas de 0,5/1 grado por encima de la media, e incluso el Pirineo más occidental de 1/1,5 grados, en cuanto a la precipitación parece vería precipitación por encima media e incluso la mitad sur más favorecida que la mitad norte, si miramos a la comunidad valenciana, nos hace pensar en DANAS que afectarían más a esta zona, como la de este fin de semana.
Modelo América o de la NOAA
A diferencia del modelo Europeo que nos marca temperaturas por encima media, el americano estaría en media climática, lo cual en este período cálido es una buena noticia. Por tanto, calor de septiembre, pero muy llevadero. En cuanto a precipitaciones, marcaría claramente precipitación por encima de la media, poniendo incluso un píxel azul que cuesta mucho ver. Realmente nos hace ser optimistas, pero viendo los resultados de este verano en este tipo de modelización debe ser muy prudente.


Mirada al modelo CFS en su previsión por semanas
Este modelo solo nos llega hasta el 19 de septiembre y recordamos tiene 4 actualizaciones diarias a pesar de ser una media de ensembles (conjunto de probabilidades). Nos muestra anomalías en la altura geopotencial a 500hp, es decir terreno por bajas, danas, surcos si es azul y anticiclones si es rojo. El modelo nos marca que la Península estaría en tierra de bajas presiones hasta el día 9 de septiembre, y las dos semanas siguientes hasta el 19 en tierra de nadie. Esperamos que sea un mes lluvioso porque es completamente urgente.