
La cascada de Gerber es un rincón poco conocido del Pallars Sobirà. Ubicada en el municipio de Alt Àneu, su caída de agua procede del Estany de Gerber (2.165 m). Tras discurrir por el valle de la Bonaigua, el caudal se precipita en un salto de 125 metros creando un espacio hipnótico de naturaleza salvaje. Es el desnivel entre el valle de la Bonaigua y el de Gerber.
Llegar hasta la cascada supone un agradable paseo de seis km, perfectamente hábiles para los más pequeños pero no para carritos bebé y personas de movilidad reducida.
También conocida como Salt de Comials, la magnitud de la cascada de Gerber puede verse desde la carretera del puerto de la Bonaigua. La cortina de agua se abre paso entre el espeso bosque de coníferas que la rodea.

La cascada de Gerber, la exuberancia de la naturaleza
El refugio de Gerdar es donde arranca la excursión. Para llegar allí hay que tomar un desvío a la izquierda unos seis kms después de haber atravesado Valencia d’Àneu por la C-28. Un cartel que indica ‘carretera pel Bosc del Gerdar’ nos adentra en un tramo de la antigua carretera, que subía al puerto de la Bonaigua por el bosque de Gerdar. Al cabo de un kilómetro se llega al refugio, que dispone de espacio suficiente para aparcar los coches.
Desde allí empieza un camino utilizado por los antiguos arrieros del Arán y el Pallars para atravesar la Bonaigua y que discurre por la tupida sombra de las coníferas. Siempre señalizado por marcas de color amarillo, en algunos puntos se atraviesa la antigua carretera pero basta con seguir el camino para no perderse. Se llega al cabo de un kilómetro y medio al aparcamiento del bosque del Gerdar, donde el camino es atravesado por un cortafuegos de una línea de alta tensión.

El rincón natural del Pallars Sobirà
Un indicador a la izquierda de la carretera marca la segunda mitad del camino de poco más de tres km. La ruta se estrecha hasta convertirse en un sendero que empieza a subir progresivamente. El terreno se vuelve pedregoso, con rocas recubiertas de musgo pero la dificultad es muy leve. Se llega a unas pasarelas de madera paralelas al río Bonaigua que nos conducen al mirador de la cascada de Gerber, donde se aprecia en toda su plenitud el salto de agua más elevado del Parc Nacional de Aigüestortes i Estany de San Maurici.

Llegados al fin de la excursión, no hay más que volver por el camino realizado a la ida. Cualquier punto del trayecto es bueno para detenerse y contemplar la exuberancia de la naturaleza. El máximo respeto al entorno es el primer paso para disfrutarlo.