Lugar de reunión del deportista y el excursionista, el Balneario de Panticosa sorprende nada más llegar. Enclavado en el Pirineo oscense (1.636m), el centro del Valle de Tena aúna montaña y termas todo el año. Mientras sus cimas de más de 3.000m son el mejor reclamo de los montañeros, el Balneario se convierte igualmente -junto a las aguas mineromedicinales de las Termas Tiberio, El Quiñón y el espacio Termal del Gran Hotel-, en un centro de alto rendimiento donde se dan cita deportistas de élite.
El histórico Balneario -con los primeros baños que datan del siglo XI-, alcanzó su época esplendorosa a inicios del siglo pasado, con huéspedes de la talla de Alfonso XIII, Niceto Alcalá Zamora, Ortega y Gasset, Santiago Ramón y Cajal y Miguel Primo de Rivera.

FOTO: Balneario Panticosa
Actualmente, destacan igualmente las concentraciones de futbolistas como los del Osasuna o la Sociedad Deportiva Huesca. También es lugar de entreno de deportistas conocidos como el ex ciclista Oscar Pereiro, entre otros tantos.

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Cercano a las estaciones de esquí Formigal-Panticosa, el esquí de fondo, las raquetas y los trineos forman parte del decorado invernal del Balneario. Igualmente es cada año el mejor cuartel del esquí de montaña, y el lugar escogido para la celebración del Campeonato de España de la especialidad, los últimos celebrados el pasado mes de febrero.
El senderismo, fuera de la época invernal, es más que destacable y tiene como punto de partida el refugio Casa de Piedra. El enclave de naturaleza soberbia, justo al lado de los hoteles y los centros termales, es centro neurálgico del conocido Trail de Valle de Tena, que pasa por montañas tan emblemáticas como el Garmo Negro (3064m) y que este año se celebra del 1 al 3 de septiembre.

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Balneario de Panticosa, el templo de la desconexión

El destino turístico, propiedad del grupo Nozar, ofrece una gran infraestructura para el deporte y la salud. Sus dos hoteles de cuatro estrellas -Gran Hotel y Continental-, hacen todo el año las delicias del turista y el excursionista.
El Gran Hotel, construido en 1896 y buque insignia del complejo, conserva los vestigios de antaño. Fue rehabilitado junto con el edificio del Casino en 2004, por el arquitecto Rafael Moneo, respetando su fachada original. No en vano, ha sido catalogado de Interés Turístico Nacional. Mientras el acogedor hotel Continental, con enormes cristaleras y madera de cedro, destaca por su gran y acogedora chimenea en el hall y bar de planta baja. Sin obviar, un segundo edificio en donde se alza el Balneario Termo Medicinal El Quiñón.

Junto al esquí alpino en Formigal-Panticosa, todas las modalidades nórdicas en el propio Balneario y punto de partida del mejor esquí de montaña, el centro pirenaico procura un gran espacio termal.
Termas mineromedicinales, un espacio lúdico y curativo

FOTO: Balneario Panticosa
Las Termas Tiberio o el Espacio Termal del Gran Hotel dedican sus esfuerzos al bienestar físico y mental. Se trata de las mismas que se utilizaban en época de los romanos, incluyendo diversos tratamientos especializados en salud, piscina exterior, playa, el Igloo, piscina de hidromasaje, cortina de agua, piscina aromática, sauna finlandesa, baño turco y hammam, así como una zona para niños.

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El Balneario Quiñón, donde trataban afecciones médicas gracias a las propiedades de sus aguas Minero-medicinales y termales, es el lugar preferido de los deportistas. A cargo de un equipo médico fundado y dirigido durante cuatro años por el Médico Hidrólogo Dr. Antonio Hernández Torres, el centro dedica sus esfuerzos como Centro Sanitario Termo Medicinal. Mejora la psoriasis y dermatitis, y patologías respiratorias, como el asma y EPOC. Sin obviar, los cuadros de estrés y ansiedad, gracias a la presencia de gas radón en sus aguas.