
Alexis Pinturault se ha proclamado campeón del mundo de combinada por segunda vez tras su primer título en Are 2019. Lo ha conseguido en Courchevel, su casa y donde su padre tiene dos hoteles, ante su afición y en una pista, L’Eclipse, que conoce como la plama de su mano. El francés de 31 años ha firmado una primera manga, la del super G, excepcional, y sobre ella ha cimentado su victoria ante Marco Schwarz, que defendía título y ha llegado a una décima para colgarse la plata. El bronce ha sido para Raphael Haaser, a 44 centésimas, y que se ha colgado el mismo metal que su hermana Ricarda en la combinada femenina de ayer.
Pinturault, un gigantista que se desenvuelve mejor en slalom que en super G, es el esquiador con más Globos de combinada, cuatro, una especialidad que premia al más polivalente y que la FIS lleva años menospreciando. Hoy se ha vuelto a repetir el lamentable espectáculo de los que salen en el super G para ensayar las carreras de velocidad y después renuncian al slalom. Ha sido el caso de Kilde, Kriechmayr, Sander y unos cuantos velocistas más. Otros, más cucos, como Odermatt, Casse o Paris han cometido un error en las últimas puertas, una vez reconocida la bajada.

Albert Ortega, en el ‘top ten’
Meritoria plaza de Albert Ortega, octavo en su mejor resultado en cuatro presencias en el Mundial. La segunda manga, un slalom marcado por el alemán Matias Mayrhofer, ha sido muy exigente. Ortega ha hecho el octavo tiempo en el slalom, donde no han llegado a cruzar la meta nada menos que trece. Sumados a los nueve que han decidido no tomar la salida, la carrera queda desvirtuada. Que en la segunda manga no se salga en el orden inverso a los tiempos de la primera también le resta interés.
En el slalom ha perdido la ocasión Marco Schwarz de revalidar título. Un antepenúltimo palo muy escorado a la derecha ha traído de cabeza a la mayoría. En ese último sector llegaba el austriaco con tres décimas de ventaja sobre Pinturault, que ha saltado como un resorte al ver que su rival se atascaba en los últimos metros. Hace dos años fue el austriaco quien ganó al francés por cuatro centésimas, ahora ha sido al revés por una décima.

Pinturault es quien acumula más Globos de combinada, cuatro. Es una especialidad que ha ido despareciendo paulatinamente de la Copa del Mundo y en las últimas temporadas que se disputó su presencia era testimonial, con dos o tres carreras.
Huyendo de la presión
La polivalencia de Pinturault le hizo quedarse sin referentes en 2017, cuando ya sabía lo que era colgarse medallas en Mundiales y Juegos haber subido a lo más alto de podios de la Copa del Mundo en más de diez ocasiones. Su situación en el equipo francés no era la ideal y tampoco la presión de los medios, que veían en él al nuevo Jean Claude Killy. Decidió separarse del equipo nacional de mutuo acuerdo y crear su estructura para irse a vivir a Austria. Ganador del Gran Globo en 2021, su principal ‘handicap’ es la irregularidad.
Pinturault es el francés más laureado del esquí alpino. Es verdad que Killy tiene dos Grandes Globos en sus vitrinas por uno de su compatriota de Moutiers. Pero Pinturault tiene un Globo de disciplina más (cinco a cuatro), supera a Killy en victorias en Copa del Mundo por 34 a 18. Es en los Juegos donde éste gana por goleada, tres títulos olímpicos en Grenoble 1968, que en esa época otorgaban también la condición de campeón del mundo.
El Mundial sigue mañana con el super G femenino (11.30 h).