
Los dos descensos masculinos de la Copa del Mundo entre Zermatt y Cervinia, programados para el último fin de semana de octubre, penden de un hilo. La escasez de precipitaciones ha llevado a la FIS a posponer el control de nieve preceptivo antes de cada carrera.
Ayer domingo se realizó un control preliminar y tras el mismo se decidió realizar uno final el próximo sábado, fundado en un pronóstico metereologico favorable a lo largo de esta semana. Hans Trinkl, director de carreras de la FIS, y su asistente Raimund Plancker estuvieron el domingo en ‘La Gran Becca’ junto al director de la prueba, Rainer Senoner, y el presidente del comité organizador, Franz Julen.
El último tramo del recorrido es el que preocupa. Los trabajos de acondicionamiento están muy avanzados y queda por finalizar los últimos 300 metros. Es en esta zona donde la escasez de nieve es muy evidente. Hace falta un par o tres de noches con la temperatura suficientemente baja como para producir nieve. El pronóstico para el final de esta semana prevé temperaturas muy por debajo de cero, lo que ha sido determinante para el aplazamiento del control, última oportunidad para la disputa de las carreras en las fechas programadas.
Michel Vion, secretario general de la FIS, ha manifestado que «el Matterhorn Cervino Speed Opening se lleva a cabo por primera vez y es un proyecto único. Se han realizado grandes inversiones de cara a este estreno y no queremos dejar piedra sin remover para que los descensos se puedan celebrar como estaba previsto el 29 y 30. Creemos que estos seis días extra pueden marcar la diferencia para que los organizadores ejecuten las carreras con éxito”.
Julen, presidente del comité organizador, ha agradecido el aplazamiento y ha añadido que «la FIS cree en una primera edición exitosa de esta carrera, igual que nosotros. Nuestro equipo seguirá trabajando de manera comprometida y constante para que se pueda llevar a cabo la primera carrera de descenso transfronteriza de la Copa del Mundo”.