Las estaciones de esquí de Suiza prevén un invierno duro derivado de la crisis energética mundial. De esta forma, el gobierno helvético ha publicado un plan de emergencia en las que se incluyen diversas etapas. Además, apunta que tener que cerrar los remontes de las estaciones de esquí sería un grave error.
Cierto que se espera un invierno duro en cuanto a la posible escasez de energía. En la Etapa 1, se alienta a las personas a reducir voluntariamente el consumo de energía. En la Etapa 2, se cerrarán algunos remontes para bajar el consumo de energía. Así lo apunta Snowbrains.com.
Cerrar todos los remontes sería un gran error
Los gerentes de las estaciones de Suiza están indignados. El consumo total de la electricidad de todos los remontes suizos asciende sólo al 0,3% de todo el consumo de la electricidad que se consume en el país. Así lo explicó Berno Stoffel, director de la Asociación Suiza de remontes
“El cierre de ellos no hará disminuir este consumo”. Y admitió que “los operadores de los remontes si estarían de acuerdo en reducir las horas de funcionamiento, reduciendo la fabricación de nieve, cortando el esquí nocturno, cortando el suministro de agua caliente a los baños en la montaña y, por último, reduciendo la velocidad de los telesillas, que aparentemente puede ahorrar un 20% por sí solo”.
Suiza tiene un total de 2.400 remontes repartidos entre todas las estaciones. No en vano, son la piedra angular de la industria suiza del esquí, que contribuye a generar 5.000 millones de francos suizos (5.100 millones de dólares) al año al PIB.

FOTO: Saas Fee
Diversas regiones dependen más del turismo de deportes de invierno. El Graubünden -hogar de St. Moritz y Davos-, y el Valais, -con Saas Fee y Zermatt-, dependen en gran medida de los ingresos de la industria del esquí. La industria de la hospitalidad ha estado luchando durante los últimos dos inviernos covid. El coste económico parece no estar en consonancia con el beneficio.
Suiza ha hecho los deberes debido a la implantación de energías renovables
Los resorts suizos han estado trabajando para ser neutrales en carbono o depender completamente de las energías renovables durante muchos años. Andermatt es completamente neutral en carbono. Zermatt tiene estaciones solares y cuatro estaciones fotovoltaicas. El telecabina del Matterhorn Glacier Ride I puede producir 270,000 kWh solo. Y así, un suma y sigue.
Las estaciones de esquí suizas utilizan 183 GWh al año, lo mismo que una ciudad suiza de tamaño medio como Thun o Baden. El 55 % de la electricidad se destina a los remontes, el 32 % a la fabricación de nieve y el 13 % a servicios como restaurantes, etc.
El uso total de 183 GWh en un país que produce alrededor de 65.000 GWh no parece marcar una diferencia material. El problema de Suiza es más bien su dependencia de las importaciones de petróleo y gas, ya que no tiene recursos propios.
Suiza no tiene problemas con la electricidad, pero si con el gas
Forzar el cierre de las estaciones de esquí de los Alpes sería de locura. El ahorro de electricidad sería mínimo. Suiza no tiene problemas de suministro de electricidad debido a su extensa red de centrales eléctricas renovables (principalmente hidroeléctricas) combinadas con plantas nucleares.
La crisis energética se deriva por la escasez de gas y petróleo. Actualmente, una cuarta parte de la necesidad energética de Suiza se cubre con electricidad. Marius Schwarz, científico de energía de ETH Zurich, cree que el futuro está en mover esta participación a un tercio. Está convencido de que tratar de cortar la electricidad en los Alpes suizos es un ángulo equivocado. Sugiere más bien incentivar una mayor producción de electricidad en los Alpes, ya que su ubicación se presta a una producción de energía renovable más eficiente que en las zonas bajas.
Pero no sorprende que la industria a la que se dirige sea vista por muchos como elitista. Parece una elección bastante populista a pesar de que los números claramente no hablan a favor de un movimiento tan drástico.