El K2, un vertedero de basura tras las expediciones masivas del verano

“No somos montañeros, somos un grupo de tontos que escala montañas para satisfacer su ego”, detalla el vídeo de la alpinista Flor Cuenca filmado in situ

Así está el cambo base del K2
Así está el cambo base del K2 IMAGEN: Flor Cuenca

Las largas colas del K2 a finales del mes pasado mostraban la masificación del alpinismo comercial. El vídeo del monumental atasco de la segunda cima más alta del planeta, al igual que la del Everest en 2019 dieron la vuelta al mundo.

Y si la instantánea de los 145 montañeros que hollaron el K2 ese día de julio, la huella humana ha quedado muy presente en el campo base. Toneladas de basura han quedado acumuladas, ya que los alpinistas no las han bajado tal y como las subieron antes de hacer la cima.

Flor Cuenca enseña un vídeo tal y como han quedado los campos del K2 tras las expediciones

La alpinista peruana Flor Cuenca ha puesto en evidencia la suciedad que han dejado los ascensos masivos al gigante del Himalaya. Cuenca, que subió también al K2 en julio, lo ha vivido en primera persona. No en vano, toda la basura acumulada por las expediciones se recoge en un vídeo que la alpinista grabó y, posteriormente, subió a sus redes sociales.

No somos montañeros, somos un grupo de tontos que escala montañas para satisfacer su ego, utilizando todos los medios que se pueden. Un montañero apasionado no le haría esto a la montaña

La indignada peruana acompaña la filmación de un texto que a los amantes de la montaña no dejará indiferente, y no es para menos.

“Cada vez que regresamos de la montaña y especialmente después de llegar a la cima, publicamos nuestras fotos, muy orgullosos en la cumbre. ¿También estamos orgullosos de toda la basura que dejamos atrás? Se supone que somos montañeros. ¿Por qué le hacemos esto a la montaña??? ¿No es que vamos a la montaña a disfrutar de la naturaleza pura, la soledad, la magia de la montaña? ¿De qué naturaleza pura podemos hablar, cuando año tras año dejamos allí nuestros desechos y se acumulan? ¿Acaso creemos que todos estos residuos van a desaparecer por arte de magia o los extraterrestres se encargaran de limpiarlos?

Un montañero apasionado no dejaría tanta basura ¿Quién la baja?

Cuenca prosigue. Las expediciones cuentan con mucho material para la subida con el fin de dar comodidad a los clientes. Cabe añadir que las tasas por escalar el K2 ascienden a unos 12.000 dólares de media.

“He visto gente subir con un enorme material para dar comodidad a sus clientes. Pasan mucho tiempo cargando botellas de oxígeno, carpas y comida. Pero cuando descienden sólo hay un camino y no tienen poder para bajar todo lo que ha sido transportado hacia arriba”.

Entre la basura, hay todavía tiendas perfectamente alzadas entre los restos de bolsa y otros enseres rotos y apelotonados entre el hielo y la nieve.

“Es una pena enorme que K2 y como otras montañas de ocho mil, las hayamos convertido en una pocilga. Quizás se pueda hacer una excepción, cuando hay muy mal tiempo o la vida corre peligro, se puede dejar algo. Pero no siempre estamos en esas condiciones. El clima es bueno en muchas ocasiones cuando regresan a los campamentos base”, prosigue.

“No somos montañeros, somos un grupo de tontos que escala montañas para satisfacer su ego, utilizando todos los medios que se pueden. Un montañero apasionado no le haría esto a la montaña, gracias”.

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