La candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 ha saltado por los aires. Tal como era de esperar la falta de consenso político y confianza entre Catalunya y Aragón ha desencadenado la ruptura.
Juegos Olímpicos; crónica de una muerte anunciada
No ha habido consenso, pese a las once reuniones entre ambas comunidades y el COE. El reparto de las sedes y las pruebas deportivas de esquí alpino han aguado la fiesta invernal.
Aragón quería un reparto equitativo del esquí alpino. Considerado el deporte rey de los JJOO, las pruebas alpinas estaban todas adjudicadas por los técnicos en Catalunya. La comunidad aragonesa quería hacerlo por género y tener visibilidad.
Los reproches han sido de ida y vuelta
Y aunque inicialmente, la adjudicación de las pruebas quedaba repartida en diciembre, las sedes fueron tumbadas por los mismos políticos. Aragón se mantuvo tajante hasta el último momento. Y Catalunya se mantuvo en sus trece de continuar en solitario.
«No entraremos en polémicas. Hemos tenido muchas horas para debatir. La propuesta es buena, es ganadora, es competitiva y no nos moveremos de ahí», dijo la consellera de presidencia, Laura Vilagrà.
Javier Lambán tampoco se quedó corto en palabras cuando Catalunya dijo que no tiraba la toalla, ya que la oportunidad de poner los Pirineos en el mapa mundial del esquí era la razón de estos juegos.
«Se han quitado la careta», alegó el mandatario aragonés al enterarse de que su vecina quería seguir en solitario. Y también repartió para el presidente del COE. “Pedimos la dimisión de Alejandro Blanco por no haber sabido llegar a buen puerto”.
El COE había apostado por una candidatura conjunta. Así lo vendió al COI, pero una vez rotas las negociaciones, el COE considera que no es viable que Catalunya prosiga en solitario, al menos de cara al 2030.
Las instalaciones de Catalunya y Aragón se complementaban
La candidatura pirenaica ha pendido de un hilo, así lo admitía Blanco. La Molina tiene pista de descenso, pero no cumple los estándares que pide la FIS, por lo que probablemente por desnivel se hubiera tenido que hacer en Masella.
En cuanto a las pistas de hielo sólo hay Barcelona o Zaragoza. Deportes como los saltos de esquí o todos los de trineo (bobsleigh, luge, skeleton) tendrían que disputarse en otro país. El COI lo permite para evitar gastos en instalaciones que luego quedarían sin uso.
Las candidaturas contrincantes son más fuertes y sólidas
Las potenciales rivales del proyecto español, la japonesa Sapporo, la canadiense Vancouver y la estadounidense Salt Lake City, tienen ya propuestas cerradas.
Y mientras los demás han hecho los deberes, Catalunya y Aragón han seguido sin ponerse de acuerdo en nada. En este sentido, la candidatura no ha podido avanzar sino todo lo contrario.
«No podíamos presentar nada porque no había acuerdo», afirmó Alejandro Blanco.
Añadir que la imagen que se ha dado al exterior ha sido nefasta por las continuas peleas y reproches varios. De esta forma, el COI ha retirado el proyecto pirenaico al menos para el 2030.
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