Mikaela Shiffrin se ha adjudicado matemáticamente el cuarto Gran Globo de su carrera esta mañana en Courchevel. La estadounidense ha acabado segunda en el último super G de la temporada, en el que Ragnhild Mowinckel ha obtenido su segunda victoria en la Copa del Mundo. La noruega ha aventajado en cinco centésimas a la campeona de Vail y en 13 a Michelle Gisin. Las francesas Tessa Worley y Romane Miradoli han completado el ‘top 5’. Petra Vlhova, que tenía unas opciones más que remotas ante Shiffrin, se ha vuelto a quedar sin coger puntos al acabar 17ª.

A Mowinckel, que fue sexta ayer en el descenso, le ha costado un mundo volver a estar con las mejores. En 2019 se rompió dos veces el cruzado anterior derecho entrenando y 2020 se lo pasó en blanco. En 2021 dos ‘top 10’ en 20 carreras. Esta temporada ya llevaba dos podios y seis veces entre las cinco mejores en 23 apariciones. Hoy ha vuelto a ganar al cabo de cuatro años, cuando se estrenó en el gigante de Offerschwang. Ha salido la tercera, esquiando con decisión y muy directa, rebajando siempre el tiempo de Gisin, que la había precedido batiendo un muy buen tiempo de Miradoli, por menos de una décima. En el esfuerzo final ha sacado poco más para rebajar a la suiza en trece centésimas.

Brignone, de paseo a recoger el Globo
A partir de ahí las diferencias se han agigantado, todas rondando o por encima del segundo, hasta que ha salido Tessa Worley, siete dorsales después, para quedarse a 35 centésimas de la noruega. La nieve ya estaba en malas condiciones, muy húmeda desde el primer día, pero de un dorsal para otro no degrada tan rápido para justificar esos tiempos.
Tras Worley ha salido Shiffrin que, como en su victoria de ayer, ha vuelto a desplegar su técnica para firmar una bajada muy precisa, continua y sin errores. Ha sabido conducir bien para evitar brusquedades, suave y sin levantar nieve. No ha ganado porque le ha faltado un pellizco de velocidad.

Poco más que contar. Federica Brignone ha salido a pasearse (19ª, su peor resultado en super G en tres años) y celebrar la entrega del Globo de la especialidad, primera italiana que lo gana, que ya había asegurado en Lenzerheide. Y Lara Gut, liberada de toda presión tras proclamarse campeona olímpica de la disciplina, se ha salido en un exceso de confianza en el primer salto.
Una trayectoria impresionante
Shiffrin ha ganado el cuarto Gran Globo, no sin pasar penalidades y fatigas. Esta temporada debía ser la del ‘reset’ tras el trauma de la muerte del padre. La anterior fue de reconstrucción, que saldó con tres victorias y nueve podios.
Empezó el invierno con problemas de espalda, pero ha sabido mantenerse regular a lo largo de los cinco meses (sólo un abandono) excepción hecha de los Juegos donde, en el sentido negativo, también fue regular. Cinco victorias y catorce visitas al podio en 24 carreras lo atestiguan.

Vlhova estrechó el cerco en el slalom de Are poniéndose a 56 puntos de Mikaela a falta de las finales de Courchevel Meribel. La eslovaca, seis victorias y once podios, no ha cumplido las expectativas en las carreras de velocidad, a las que se tenía que agarrar como un clavo ardiendo para que se le fuese la norteamericana. No ha puntuado en ninguna de las dos y ahí ha entregado el Gran Globo a Shiffrin. Ha defendido muy dignamente su título del año pasado, proclamándose además campeona olímpica de slalom y ganando la Copa de slalom, tercera de especialidad en su palmarés.
Es la cuarta victoria absoluta de Shiffrin en la Copa del Mundo tras las de 2017, 2018 y 2019. Iguala a Lindsey Vonn y se queda a dos de la mítica Annemarie Proell, que ganó sus cinco primeros Grandes Globos del tirón. Lleva disputadas 218 carreras de la Copa del Mundo, de las que ha ganado 119 y lo ha hecho en todas las disciplinas. Suma 119 podios, lo que significa que el 54% de las carreras las ha acabado entre las tres mejores.
Mañana, paralelo por equipos (12 h.)
CLASIFICACIONES
Super G de Courchevel Copa del Mundo de super G
General Copa del Mundo