Tras la cancelación del bochornoso espectáculo del slalom masculino de Zagreb, la reacción de varios esquiadores criticando a la FIS no se ha hecho esperar. Lo peor de todo es que se ha jugado con la seguridad de los deportistas y uno de ellos, Victor Muffat-Jeandet, ha pagado los platos rotos con una fractura del tobillo derecho. Puede ir empezando a olvidarse de los que podrían haber sido sus segundos Juegos de Invierno, tras colgarse el bronce en la combinada de PyeongChang. Con 32 años, los de Milán-Cortina 2026 se antojan difíciles para el francés.
Condiciones inaceptables el martes
Ya el martes la cosa no empezó con buen pie en el slalom femenino, que no debería haberse disputado porque las condiciones de la Crveni Spust eran deplorables. Nieve no apta para competir, fuerte viento, niebla y la consecuente mala visibilidad no fueron obstáculo para que se diese luz verde a la competición. Por lo menos no hubo lesionadas, pero la carrera no tuvo los mínimos de calidad para emocionar. Un corte muy alto, 4″47, sobre una pista que se convirtió, como hoy, en un patatal.

Ayer se canceló el slalom masculino porque las condiciones no mejoraron y, tras dudar de enviar a los corredores a Adelboden, se jugó a carta perdedora, presionada la FIS por los tenaces organizadores croatas, la de correr hoy. El ‘staff’ croata ha estado siempre muy cercano al francés Emmanuel Couder, el árbitro FIS, en el momento de tomar la decisión. En las imágenes televisivas se aprecia cómo Couder niega con la cabeza mientras los croatas intentan dar argumentos para seguir después de tres interrupciones, la primera de un cuarto de hora. En esta citada, incluso un técnico noruego se acerca al grupo con la pretensión de reanudarla, ya que Sebastian Foss-Solevaag había marcado el mejor tiempo. Se consintió para volver a parar dos veces más antes de cancelar definitivamente. Con los croatas no muy convencidos, por cierto.
Ni unos pocos centímetros de nieve caídos durante la noche ni el trabajo -tardío- en la pista han maquillado la realidad. Diecinueve se han jugado el bigote, uno lo ha perdido y queda la sensación de un ridículo e ineficacia que va a perdurar durante algún tiempo.
Las reacciones
Clément Noël ha manifestado que “la nieve no tenía grosor, saltaban trozos de tierra, las condiciones eran imposibles; era impensable lanzar por allí a 61 esquiadores”. Su compatriota Alexis Pinturault ha mostrado su enojo en las redes sociales . “Lo de hoy ya ha sido demasiado @fisalpine. Estoy cabreado y siento un gran pesar por mi amigo Victor Muffat-Jeandet”, ha escrito el último ganador del Gran Globo.
Otro francés, Johan Clarey, le pregunta a la FIS: “¿Seguís siendo los patrones de vuestra propia Copa del Mundo?”. Julien Lizeroux añade por su parte: ¿Cómo lo hacéis para faltar al respeto a los atletas? Justo como lo habéis hecho hoy”.
Hey @fisalpine , are you still the boss in your own worldcup tour ?
— johan clarey (@yoclarey) 6 de enero de 2022
Loic Meillard ha sido lacónico en su comentario en las redes, escribiendo “Gracias a la FIS por el gran espectáculo de hoy. Hemos traspasado el límite de lo aceptable”.
A los corredores les asiste toda la razón aunque una pregunta flota en la mente de algunos: ¿Por qué no toman ellos la decisión? Al fin y al cabo son los que se la juegan.