La pandemia de Covid-19 sigue marcando la actualidad, pese a que su incidencia mortal ha descendido radicalmente. El ámbito deportivo no ha escapado a ello y el esquí alpino ha registrado en los últimos días una serie de bajas. La última conocida atañe al italiano Peter Gerdol, responsable del circuito femenino de la Copa del Mundo, que ha dado positivo de Covid-19 junto a otro miembro del staff de la FIS que no ha sido identificado. Todos los contactos con ambos han sido sometidos a test, que han dado negativo. En ausencia de Gerdol será Markus Mayr quien asumirá su responsabilidad en el gigante y el slalom de Lienz, este martes y miércoles próximos.
El Covid-19 ha obligado también a las autoridades sanitarias austriacas a celebrar las próximas carreras sin público. Por lo tanto las citas de Lienz, Flachau (slalom el 11 de enero) y Zauchensee (descenso y super G el 15 y 16 de enero), se celebrarán a puerta cerrada. Kitzbuehel (descenso y slalom el 22 y 23 de enero) y Schladming (slalom el 25 de enero) quedan excluidas de momento de esta medida.
Vuelven Robinson, Liensberger y Janka
De las recientes bajas de corredoras se ha sabido que tanto Katharina Liensberger como Alice Robinson podrán estar en el portillón de salida en Lienz tras haber cumplido la preceptiva cuarentena y haber dado negativo en test anteriores. Lara Gut-Behrami, que se perdió las carreras de Estados Unidos por su reticencia a vacunarse, fue contagiada después de haberse aplicado las dos dosis de vacuna. La suiza todavía no ha hecho pública su reaparición.
Su compatriota Carlo Janka sí podrá por fin debutar esta temporada. El ganador del Gran Globo y campeón olímpico y del mundo hace ya más de una década, quería reaparecer en Val Gardena tras superar sus problemas de espalda que le impidieron acabar la temporada pasada. Lo hará pasado mañana en el descenso de Bormio.
El austriaco Christian Hirschbuehl, de 31 años, también dio positivo de Covid-19 a principios de semana.