
Hace varios días la NOAA confirmaba un episodio de ‘la Niña’ para este invierno. Todo apunta a una Niña más fuerte, lo cual implicaría un invierno marcado con más frío en latitudes más bajas. Y además, hay probabilidades de repetir el episodio de Filomena como el del pasado invierno.
Este artículo desvelará que es el ENSO con las dos partes que tiene «el Niño» y «la niña», ¿Qué es?, ¿Dónde se produce? Y qué efectos tiene esta teleconexión. Todas estas preguntas tienen efectos en la Península.
ENSO es el acrónimo en inglés El Niño-Southern Oscillation
Traducido al español significa El Niño-Oscilación del Sur. El ENSO se traduce en las variaciones de la temperatura de la superficie del mar en sus anomalías positivas (más de 0,5 grados Niño) y las anomalías negativas (menos de 0,5 la Niña) durante tres meses que se dan al océano del Pacífico ecuatorial. También se analizan las precipitaciones convectivas, la presión del aire en superficie y la circulación atmosférica.
Como curiosidad el nombre del Niño es solía asociarse al entorno de Navidad con un aumento de la temperatura superficial del agua. Los pescadores lo asociaban al nacimiento del niño Jesús y de ahí el nombre del Niño, y la Niña como opuesto del primero.
Tanto el Niño como la Niña producen lluvias mucho más abundantes y sequías importantes en diferentes puntos del planeta. Las dos imágenes siguientes de la universidad de Columbia explican esta situación. El color verde comporta más lluvia de la que tocaría y el color marrón, más sequía.
Inicialmente esta teleconexión no tiene unos efectos claros y visibles en el continente europeo. Sin embargo, unos estudios de Met office (UK) parece que hay unos efectos que se van haciendo visibles a medida avanza esta ciencia.
Estas imágenes de la NOAA explican que es el ENSO con las anomalías de temperatura y dirección de los vientos alisios.
Con la ‘Niña’ las temperaturas más frías se van al Pacífico
En la fase de la niña hay un debilitamiento de la corriente contra ecuatorial. Las imágenes anteriores muestran como los vientos alisios se hacen más potentes y la corriente ecuatorial de sur coge más fuerza, especialmente cerca del ecuador. Por tanto, las temperaturas más frías se van hacia el Pacífico.
Vamos pues a fijar ya a microescala qué efectos puede tener el niño en estas latitudes. Utilizaremos una referencia publicada en el Meteocat con un análisis de 100 años de estudio:
«Si existe alguna relación entre el clima en Cataluña y El Niño para los últimos 100 años. A partir de los datos de la tesis doctoral de Vicente Altava y Ortiz (2010) «Caracterización y monitorización de las sequías en Cataluña y norte del País Valenciano. Cálculo de escenarios climáticos para el siglo XXI «se puede ver que la gran mayoría de sequías identificadas al conjunto del noreste de la Península Ibérica (Cataluña, Aragón oriental y el norte del País Valenciano) que se han producido desde de los años 80 del siglo XX han tenido lugar después de un episodio de El Niño «
En el gráfico siguiente del mismo artículo queda claro que en situaciones fuertes de niño en casa nuestro es mucho más probable tener situaciones de sequía, aunque como observa con episodios de niña también se han producido, pero mucho menos, por eso, aunque lo parece no se puede afirmar al 100%. A recordar, que en los gráficos más generalistas no sale representada la teleconexión.
¿Qué se entiende por un niño fuerte o una niña fuerte?
Esto ocurre cuando la teleconexión tiene una anomalía de 2 grados superior a la media (ya se positiva Niño, como negativa Niña). Observamos en la siguiente tabla que situación de anomalías estamos teniendo:
Las anomalías, desde inicios de año, han sido negativas con situación de niña. Observamos entonces como el invierno pasado tuvimos niña, pero no se pudo considerar fuerte.
El invierno próximo viene marcado por el episodio de ‘la Niña’
Obsérvese como la mayoría de modelos sitúan su previsión por encima de -0,5 y -1, incluso alguno va hacia el -2, de ahí la declaración de la NOAA que tendremos un invierno con niña.
Finalmente, Met office- la agencia británica de meteorología-, explica como los estudios recientes revelan que una niña puede ser favorable en situaciones de aire más frío en latitudes más bajas, especialmente en el área mediterránea. Por lo tanto, no sería de extrañar volver a repetirse un episodio de frío como el de Filomena. De hecho, las previsiones dan una niña más fuerte.