
El Gobierno de Aragón prepara una línea de financiación de cuatro millones de euros, que se repartirán entre Candanchú y Astún (ambas estaciones privadas) para que la primera pueda abrir esta próxima temporada y la segunda pueda sanear sus cuentas, según informa El Periódico de Aragón.
Así lo ha anunciado el presidente del ejecutivo aragonés, Javier Lambán, asegurando que «la temporada transcurrirá con total normalidad en todas las estaciones aragonesas, públicas y privadas». La normativa no permite que el gobierno subvencione de manera directa a una empresa privada, por lo que se ha optado por una línea de financiación destinado a gastos de apertura. La amortización será de tres años con uno de cadencia.
Aragón cuenta con dos estaciones totalmente privadas (Candanchú y Astún) y otras cinco, Cerler, Panticosa, Formigal, Javalambre y Valdelinares, pertenecientes al grupo Aramón, que tiene participación del gobierno autonómico e Ibercaja.
La empresa que gestiona Candanchú anunció el pasado mes de julio el cierre de la estación ante un déficit de dos millones de euros. El cierre supondría un gran impacto económico negativo en el Valle del Aragón y las manifestaciones de protesta no tardaron en organizarse. Tras unas semanas de reuniones y contactos, el gobierno de Lambán ayudará financiando con dos millones de euros a Candanchú y otros dos a Astún.
Candanchú, la estación más antigua del Pirineo aragonés, puede acoger hasta 220.000 esquiadores en época de máxima afluencia, lo que supone un impacto económico en la zona de cerca de treinta millones de euros.