Mikaela Shiffrin ha lamentado el dilema impuesto a los deportistas entre participar en los Juegos Olímpicos de Invierno o escuchar su conciencia, mientras se multiplican los llamamientos al boicot a los Juegos de Invierno de Pekín 2022 por los abusos a los derechos humanos cometidos por China.
«Es duro, para ser honesto. Los deportistas necesitamos encontrar un delicado equilibrio. Los Juegos Olímpicos son importantes. Es algo a lo que aspiras y no te lo quieres perder. Ciertamente no quieres que te pongan en la posición de tener que elegir entre los derechos humanos, la moralidad y poder hacer tu trabajo”, dijo durante una entrevista en la CNN. Cuando se le preguntó sobre la naturaleza «vergonzosa» de participar en los Juegos Olímpicos en países acusados, como China, de abusos a los derechos humanos, Shiffrin respondió que «lo que es realmente desafortunado es que no solo hay acusaciones, sino pruebas legítimas de estos ataques en muchos de estos países donde participamos en los últimos Juegos Olímpicos ”.
Los Juegos de Invierno de 2018 se celebraron en Pyeongchang, Corea del Sur. Cuatro años antes tuvieron lugar en Sochi, Rusia, otro país con un historial discutible en materia de derechos humanos. Shiffrin ha ganado una medalla de oro en cada edición, en slalom en Sochi y en gigante en Pyeongchang.
La preparación para los próximos Juegos Olímpicos de febrero se ha visto empañada por el destino de los uigures en China. Según estudios de institutos estadounidenses y australianos, al menos un millón de miembros de esta minoría étnica musulmana fueron internados en «campos» en la vasta región de Xinjiang (noroeste) y algunos sometidos a «trabajos forzados» o «esterilizaciones forzadas».
China niega categóricamente las dos últimas acusaciones y afirma que los «campamentos» son «centros de formación profesional» destinados a distanciar a la población del extremismo religioso, tras una serie de ataques atribuidos a los uigures.
Casi 180 asociaciones extranjeras han pedido a los gobiernos de todo el mundo que boicoteen los Juegos Olímpicos de 2022 en nombre de los derechos humanos, una iniciativa que Beijing consideró «irresponsable» y «política».
«Podríamos mostrar más consideración por estos temas a la hora de otorgar los Juegos Olímpicos, un evento que supuestamente unirá al mundo y creará esperanza y paz», concluyó Mikaela Shiffrin, para quien «algunos lugares parecen más apropiados que otros».