Texto: Alfredo Ruíz (El Observatorio de la Red)
El Pirineo se ahoga. Y lo hace sin que ninguno de los Gobiernos regionales haga nada por impedirlo.
Llevan tiempo pidiendo soluciones. Soluciones que no se basan en ayudas, sino en que se les deje trabajar, ganarse la vida. Pero para ello hay que, principalmente, permitir la movilidad, cosa a la que desde los despachos no están dispuestos. EL motivo por el que no se permite cierta “movilidad controlada” lo desconozco; en realidad lo desconoce todo el mundo.
El Pirineo pide a gritos poder trabajar y salvar una parte del invierno
¿Por qué no se puede permitir que quien tenga una segunda residencia vaya a su casa? ¿Por qué no se puede permitir que una familia se desplace a pasear por el monte, o esquiar si tienen una reserva en un establecimiento hotelero?

¿Cuál es el problema? No señores, no vale aquello de que es para evitar contagios, porque de ser cierto no se deberían permitir los desplazamientos en metro o autobús, más cortos sí, pero más peligrosos a sitios cerrados dónde hay mucha gente junta. No tiene sentido.
¿Alguien puede dar razones de peso que justifiquen que no se puedan hacer unos desplazamientos y otros sí? ¿No es más sano estar en el monte, bien sea paseando o esquiando que estar en una ciudad abarrotada, o en un centro comercial? ¿Really?
Astún, vacía y los valles en silencio
Estamos en Astún por trabajo. Pese a saber que habría pocos esquiadores, el equipo anunció que si la estación abría era un deber moral estar ahí; llámale apoyo simbólico si quieres, pero es así, y hemos estado.

Desde las ciudades no se es consciente de cómo viven los valles de montaña. Silencio, calles vacías. Unas calles por dónde antes deambulaban miles de personas y ahora se puede ir por ellas sin cruzarse con nadie.
Es duro. Es duro oír los testimonios de quienes conoces, hosteleros, comerciantes… Todos sin excepción. Muchos de ellos abocados a una ruina inminente de no cambiar las tornas. Es duro ver que tienen nieve, mucha…mucha más que otros años y, sin embargo, no pueden aprovecharla.
Señores, es su sustento, es gran parte de sus ingresos del año. Es muy duro escuchar, casi con lágrimas en los ojos, como cuentan que tras muchos años tienen que cerrar porque otros han tomado decisiones que les obligan a ello.
El Pirineo ahogado en solitario bajo un gran manto de nieve
Si señores, el Pirineo se ahoga, y quizás en un tiempo, cuando todo esto pase, la gente volverá a subir al Pirineo. Pero probablemente ya no estará aquel bar dónde “echábamos una caña y pincho”, o aquella tienda dónde comprábamos o… No señores, quizás para entonces ya no estén.
Desde muchas instancias de todos los valles se están llevando a cabo movilizaciones, escritos, y solicitudes que, en su mayoría, reciben la callada por respuesta.
A estas alturas del escrito seguramente ya habrá quien haya pensado que el problema es que se junta gente, que si la hostelería que si… No seamos hipócritas. La gente se junta en las ciudades y la hostelería funciona igual. La diferencia es que en los valles pirenaicos, la gente emplea gran parte de su tiempo en ir a la montaña, a pasear, a escalar o a esquiar; pero todo al aire libre, sin aglomeraciones.

No señores, eso ya no vale. El Pirineo, nuestro Pirineo se ahoga. Todas esas poblaciones diseminadas por nuestras montañas se ahogan, y con ellas sus gentes; Y todo esto ¿En base a qué? No se entiende porque no se puede disfrutar del aire libre, de la belleza de las montañas.