Lhakpa Nuru Sherpa, de 29 años, ha comenzado a aclimatarse al pie del Everest como preparación para escalar en octubre el monte Baruntse (7.129 metros), en lo que será la primera expedición desde el inicio de la pandemia en marzo.
Esta vez, sin embargo, Lhakpa Nuru y los cinco miembros de su equipo no guiarán a escaladores extranjeros, sino que formarán parte de la “Expedición de recuperación turística de Nepal 2020”, que busca mostrar al mundo que ya están listos para recibir turistas.
Por ahora, el campo base del Everest se parecerá muy poco al de otros años, con un puñado de tiendas de campaña a la espera de la llegada de más escaladores.
“Estamos felices. Estamos de regreso a la montaña”, afirma a Efe Lakpa Nuru, natural de Khumjung, una pequeña localidad en la ruta hacia el campamento base del Everest, pico que ha escalado en nueve ocasiones.
Para Nuru “la escalada lo es todo”, y aunque se trata de una profesión “arriesgada”, reconoce que no tiene otra alternativa. Sin embargo, lamenta, ahora “las montañas parecen un pueblo fantasma”.
Confinamiento en el Himalaya
Igual que otros muchos países, en marzo Nepal decidió cerrar sus fronteras y confinar a su población para tratar de evitar que la pandemia del coronavirus se extendiera, con el consecuente impacto devastador a la economía de la nación del Himalaya, muy dependiente de la llegada de miles de turistas atraídos por sus montañas.
Tshiring Sherpa, presidente de Asian Trekking, la agencia que organiza esta primera expedición tras la pandemia, dijo a Efe que el objetivo de escalar la montaña es difundir el mensaje positivo de que a pesar del coronavirus, el Himalaya y el pueblo de Nepal están a la espera de recibir a visitantes de todo el mundo.
Ese momento se ve cada vez más cerca, después de que la semana pasada el Gobierno nepalí aprobara finalmente la llegada de turistas extranjeros a partir del… Seguir leyendo