Fallece Laurent Boix-Vives, el artífice del auge internacional de Rossignol

El legendario empresario francés llevó a Rossignol a lo más alto en el medio siglo que dirigió la marca y supo granjearse la confianza de grandes campeones

Laurent Boix-Vives falleció el jueves a los 93 años.
Laurent Boix-Vives falleció el jueves a los 93 años.

El pasado jueves falleció a los 93 años Laurent Boix-Vives, que durante cinco décadas estuvo al frente de Rossignol llevándole a ser el primer fabricante de esquís del mundo. Boix-Vives dirigió Rossignol de 1956 a 2005, cuando fue comprada por Quicksilver después de haber fabricado cincuenta millones de pares de esquís.

Nacido en el periodo de entreguerras, hijo de un charcutero de Moutiers y colaborador del maquis de la zona de Vercors, Boix-Vives pronto comprendió que el esquí se iba a convertir en un deporte de masas. Fue un visionario, tuvo el carisma necesario para lanzar hasta lo más alto a Rossignol y se granjeó la confianza de grandes campeones como las hermanas Goitschel, Jean Claude Killy, Jean Vuarnet, Franck Piccard, Sébastien Amiez o Alberto Tomba. Siempre cercano a los esquiadores, supo seducirlos gracias a las constantes innovaciones en el material.

A los 29 años compró, en 1956, la empresa Rossignol fundada en 1907. Durante el medio siglo que estuvo al frente de la empresa Boix-Vives compró las marcas Dinastar, Lange y Look. «Rossignol pierde a su figura emblemática, que supo hacer de un un pequeño taller artesanal en Voiron el primer fabricante mundial de esquís. Laurent ha escrito una de las más bonitas páginas empresariales del siglo veinte y ha sabido popularizar la práctica de los deportes de invierno en Francia y en el mundo. La emoción es muy grande en el seno de la familia Rossignol al conocer su deceso. Los que tuvimos la suerte de tratarle conocimos a un hombre profundamente humano, que sabía escuchar, exigente y siempre atento. Supo transmitirnos su sentido del detalle y de las cosas bien hechas», ha declarado Bruno Cercley, actual presidente del grupo Rossignol.

En 2009 Boix-Vives abrió un hotel de cinco estrellas en Courchevel, estación de la que fue uno de sus impulsores, y lo bautizó ‘Strato’ en recuerdo del esquí revolucionario que llevó a Rossignol a lo más alto en la década de los setenta.

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