El campo base del Everest debería estar repleto de alpinistas esperando una ventana de buen tiempo para poder hollar el techo del mundo. Sin embargo, la anulación de los permisos por la pandemia del coronavirus ha dejado vacía la ciudad del Himalaya.
Al igual que muchos países, Nepal está también confinado y los sherpas están sin trabajo. Los nepaleses han perdido la temporada que va desde principios de abril hasta finales de mayo. Una campaña que supone la mayoría de los ingresos del año para todos ellos.
“Con la cancelación de la temporada, nadie tiene trabajo. Desde los vuelos (de aviones y helicópteros, nota) hasta las tiendas a través de los transportistas, no hay trabajo”, se preocupa Pemba Galzen Sherpa, una guía que ha escalado el Everest 14 veces.
Sólo los chinos podrán hollar este año el Everest
Los guías de montaña perderán este año entre 5.000 y 10.000 dólares, una cifra que ganan durante la temporada. También se verán afectados los portadores o los cocineros. Estos últimos, sin ningún ogro recurso para vivir.
El año pasado, Everest tuvo un año récord con 885 personas subiendo a la cima, incluidas 644 del lado nepalés. Añadir que China también ha cerrado su acceso al techo del mundo este año.
Sólo un grupo de montañeros chinos ha iniciado una expedición a la cima del Everest, que este año no vivirá desde luego las dantescas colas que se vieron en 2019.
La ausencia de visitantes extranjeros afecta a la economía del Himalaya
El turismo representa el 8% del PIB de este pobre país del sur de Asia y genera más de un millón de empleos allí, según cifras del Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
Tras el devastador terremoto del 2015, Nepal esperaba atraer la cifra récord de dos millones de turistas extranjeros en 2020. Sin embargo, el gobierno nepalí ha decidido cerrar el acceso a todas sus montañas.
“Cierto que nos costará renunciar a nuestros trabajos, pero fue la decisión correcta”, dijo el famoso alpinista Phurba Tashi Sherpa, 21 veranos del Everest en su historial.
La altitud disminuye la cantidad de oxígeno. Todo ello aumenta los riesgos para la salud en caso de contraer el coronavirus. Además, la propagación del virus causaría estragos si llegara a las pequeñas poblaciones del Himalaya. Khumjung dispone solamente de un pequeño hospital y no hay suficientes recursos.