
Tina Weirather ha decidido poner término a su carrera deportiva a los 30 años. Lo ha anunciado en su cuenta de Instagram con un video de despedida y se va con 222 presencias en la Copa del Mundo, nueve victorias y 32 podios más. Ganó los Globos de super G de 2017 y 2018, fue bronce en esta especialidad en los Juegos de Pyeongchang y subcampeona del mundo en St. Moritz 2017. En Sochi fue abanderada de su país pero no pudo competir al lesionarse en un entrenamiento.
De casta le viene al galgo
Por genética tenía que ser buena con una tabla en los pies. Su madre es la liechtensteiniana Hanni Wensel, ganadora de los Grandes Globos en 1978 y 1980, además de los de gigante en 1974 y 1980. Es doble campeona olímpica de slalom y gigante en Lake Placid, doble campeona del mundo de slalom y una vez de gigante y combinada, retirándose con 33 victorias en la Copa del Mundo con un total de 89 podios. Su padre es el austriaco Harti Weirather, campeón del mundo de descenso en Schladming 1982 y ganador del Globo de esta disciplina en 1981. Se impuso seis veces en la Copa del Mundo para un total de 17 podios.

Marcada por las lesiones
Tina, cuyo nombre es Cristina, posee la doble nacionalidad austriaca y de Liechtenstein, país por el que decidió competir, y su trayectoria deportiva ha estado marcada por las lesiones, que han condicionado su carrera. A los 17 años, tras coronarse campeona del mundo junior de descenso en Altenmark, donde fue plata en super G y gigante, se rompió los ligamentos cruzados de las dos rodillas entrenando en Lenzerheide. Un año antes se había proclamado campeona del mundo junior de descenso en Quebec.
Al cabo de un año se cayó entrenando en Pitzal y volvió a romperse un ligamento. Y en enero de 2010 se rompió el cruzado en el descenso de Cortina d’Ampezzo. Antes de debutar en la Copa del Mundo ya había sido operada tres veces y hasta en cuatro ocasiones más Weirather se ha lesionado las rodillas.
El lastre de las lesiones y la presión por ser hija de quien es sin duda ha influido en su trayectoria. Ante la frecuencia con la que se lesionaba, su padre trató de convencerla para que dejase la competición pero para Tina las carreras lo llenaban todo.
Retos de hace trece años, cumplidos
Esta pasada temporada ya dio alguna pista de que podría ser la última. Lo que no se sabía es que antes de iniciar la campaña se encontró con un diario que había escrito a los 17 años, durante la convalescencia de una de sus operaciones. Escribió en aquel momento que sus objetivos era ganar una medalla en unos Juegos, otra en un Mundial, ganar un Globo en la Copa del Mundo y vencer en tres disciplinas distintas. Explicó que cuando lo leyó se le llenaron los ojos de lágrimas porque ya había logrado esos retos.

“La vida de la alta competición es muy intensa y agotadora. Me equivoqué en el momento de la retirada. Quería llegar a la cima e irme. Pero cuando lo logras y la salud te respeta, quieres seguir. Es una sensación de que estás lista para lograr algo nuevo. Lo he dado todo, he llegado al límite de mi potencial y no me arrepiento de mi carrera deportiva”, ha asegurado Weirather en el momento del adiós.
Tras 15 temporadas en la Copa del Mundo, este invierno obtuvo una quinta plaza en el super G de Bansko como mejor resultado. El 8 de febrero renunció a disputar el descenso de Garmisch en la Kandahar. Alegó que no se sentía capaz de asumir ciertos riesgos. Al día siguiente, en el super G, finalizó la 26ª y las cosas no mejoraron mucho en las pruebas que quedaban por disputar, los dos descensos de Crans Montana y el super G de La Thuile, que a la postre fue su última carrera.
su cuerpo no estaba preparado para tanta competencia
https://argentina.ladevi.info/latam/latam-perdidas-us-890-millones-n24568