Los devastadores incendios que arrasan desde hace semanas Australia han obligado a utilizar cañones de nieve en Perisher Valley, la estación de esquí más grande del hemisferio sur y situada a 200 km de los fuegos que están devastando la zona costera del sureste del país. Reuters informa que los inivadores han arrojado agua casi helada en unas laderas resecas y amenazadas “de modo extremo” según las autoridades.
La estación, en Nueva Gales del Sur, ha emitido un comunicado en el que señala haberse “preparado para las peores condiciones ante un fuego. Todas las infraestructuras están siendo utilizadas para apoyar a las autoridades”. Esta línea de trabajo también se ha empleado, con éxito de momento, en la estación de Thredbo, dentro del Parque Nacional Mt. Kosciuszko, el pico más alto de Australia.

Retardadores de fuego
Los aviones de los servicios contraincendios han volado bajo sobre las pistas de Perisher y otras estaciones, descargando un retardador de fuego para tratar de proteger los remontadores y otras infraestructuras. El fuego es precedido por enormes ascuas arrastradas por fuertes vientos y con unas temperaturas que hace semanas que no bajan de los 30 grados. Selwyn Snow Resort, una estación a sólo 50 km de Thredbo, ha quedado muy dañada por las llamas, que han destruido los edificios del complejo y parte de los remontadores. La zona ha soportado tres años de sequía antes de la aparición de estos gigantescos incendios. Miles de personas han sido movilizadas de sus domicilios y los que resisten en sus casas lo hacen con todos los medios antincendios a su alcance, vaciando los centros comerciales de la región de tanques de agua, aspersores y demás defensas contra el fuego.