Las viudas de dos sherpas, que murieron en el Everest, están a punto de subir a la montaña más alta del planeta. Las dos alpinistas quieren completar los ascensos truncados de sus esposos. Una subida que servirá igualmente para inspirar a otras mujeres a asumir sus propios retos.
Tal y como explica Newser.com, el esposo de Furdiki Sherpa, de 42 años, con quien tuvo dos hijos, murió en 2013 mientras intentaba asegurar las cuerdas para ayudar a sus clientes a subir. Por otro lado, el esposo de Nima Doma Sherpa, de 36 años, falleció en 2014 en una avalancha en el campamento base, junto con otros 15 sherpas.
La viudas de los sherpas quieren honrar sus muertes
Ambas quieren llegar a la cima del Everest en mayo para cerrar un capítulo de gran dolor y honrar a sus maridos. Tanto Furdiki como Nima ya han pasado por el entrenamiento y han conquistado dos picos más pequeños en Nepal.
Hay que destacar que de las casi 5.000 personas que han subido al Everest, solo unas 500 han sido mujeres. “La muerte de mi esposo me ha hecho reaccionar”, dijo Furdiki. “Estoy emprendiendo la expedición para difundir el mensaje de que las viudas puedan lograr aventuras tan difíciles”.