Pasaban ha vuelto de la expedición solidaria del Nepal horrorizada por el maltrato a las mujeres

La alpinista guipuzcoana quiere dar a conocer en un documental como repudian a las mujeres cuando tienen la menstruación, y les obligan a malvivir en unas chabolas totalmente asiladas de sus familias

Edurne en el Nepal junto a Saraswoti, Sangita, Laxmi y Pabitra
Edurne en el Nepal junto a Saraswoti, Sangita, Laxmi y Pabitra CRÉDITOS: Edurne Pasabán

Edurne Pasabán ha vuelto de la expedición de Bajhang, en Nepal, muy impresionada. Se trata de un reto deportivo pero ante todo social, donde la alpinista guipuzcoana quiere que salga a la luz la situación social de las mujeres de Nepal.

La subida solidaria al monte Saipal la han protagonizado cuatro chicas nepalíes junto a Pasabán. El proyecto solidario, que denuncia el trato vejatorio de estas mujeres de Bajhang (uno de los 77 distritos del Nepal), ayuda igualmente a formar guías de trekking.

Las cuatro chicas nepalíes que acompañaron a Pasabán en la subida solidaria al monte Saipal
Las cuatro chicas nepalíes que acompañaron a Pasabán en la subida solidaria al monte Saipal

Pasabán denuncia que hay mujeres en el mundo que quieren luchar por sus derechos

La alpinista guipuzcoana, la primera mujer en alcanzar los 14 ochomiles, dará a conocer en un documental de cómo malviven estas chicas en el Nepal. No en vano, tal como explica Antena3.com, Pasabán ha vuelto muy sensibilizada con todo lo que ha vivido.

«Estoy totalmente impactada por la experiencia vivida con las cuatro chicas nepalíes. Se trata de un lugar muy remoto del Nepal. Es difícil pensar que en el siglo XXI puedan seguir viviendo con esas tradiciones y en esas condiciones».

Aparte de vivir de manera totalmente precaria, las chicas siguen estando discriminadas por las tradiciones y las normas sociales.

«No tienen nada, ni luz, ni agua corriente y el teléfono no funciona. Los recursos son nefastos y la mortalidad infantil es enorme. Poco se puede hacer si no pueden llevar a la gente que enferma a Katmandú», dice Pasabán.

Entre una de las tradiciones cita el ‘chupadi’. Sin obviar, los matrimonios obligados a chicas que son todavía adolescentes. De hecho, la subida al monte Saipal tenía que contar con más chicas, pero a algunas las obligaron a casarse antes de la expedición.

«El ‘chupadi’ lo viven por desgracia todas las mujeres. Y es que mientras tienen la menstruación son repudiadas en todas las casas. Consideran que son impuras y las mandan a una chabola donde viven animales», dice.

«No pueden salir de allí mientras tienen la regla, ni tener contacto con nadie y, por supuesto, no pueden tocar nada con las manos de la familia. Ante el frío, deben hacer fuego para calentarse y sobrevivir en estas condiciones infrahumanas. Muchas de ellas incluso mueren».

Lo que ha vivido con estas mujeres ha sido muy intenso. Su experiencia de vida le ha hecho reflexionar sobre su vida, apunta Edurne en sus redes sociales.

«Compartir esta expedición con Saraswoti, Sangita, Laxmi y Pabitra, me ha enseñado que hay mujeres en el mundo que quieren luchar por sus derechos, que hay mujeres que quieren poder decidir por ellas mismas , hay mujeres de las cuales sus familias se puedan sentir orgullosas».

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