Calgary ha dicho no a proseguir con la candidatura para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026. Alrededor del 56% de votantes en el referéndum no vinculante han optado por no seguir en liza para obtener unos Juegos que no han hecho más que dejar candidatos por el camino. De los 304.774 votos emitidos, 171.750 (56,4%) se han manifestado en contra y 132.832 (43,6%) a favor.
Pese a que el referéndum no es vinculante, la candidatura parece extinguida. El pleno del Ayuntamiento del próximo lunes tiene la última palabra y todo parece apuntar que el proyecto acaba aquí, no en vano tanto el gobierno federal como el provincial ya dejaron claro que su apoyo financiero a los Juegos dependía en gran medida del resultado de esta votación.
El presidente de la candidatura, Scott Hutcheson, agradeció a los votantes a favor su apoyo a la misma y ha manifestado que «creía que Calgary podría albergar estos Juegos; estoy decepcionado con el resultado pero respeto el dictamen de este proceso democrático».
El veredicto ha dejado claro que los ciudadanos creen que la economía del país no puede permitirse este evento multimillonario, pese a que el proyecto fue salvado ‘in extremis’ el pasado día 1. El presupuesto inicial era de 1.172 millones de euros.
Los partidarios de acoger los Juegos jugaban con la nostalgia de los Juegos de 1988, que resultaron un éxito, mientras que los que están en contra tienen como argumento principal el elevado coste económico de la apuesta. Calgary lleva sufriendo varios años de estancamiento económico y más de una cuarta parte de las oficinas del centro de negocios de la ciudad están vacías.
Ha sido una batalla del sentimiento contra la razón, que finalmente se ha impuesto. Los Juegos tienen aceptación pero el temor por los elevados costos ha sido determinante para que triunfase el no.
Sion ya fue tumbada por un referéndum, las candidaturas austriacas de Graz y Schladming fueron frenadas por su propio comité olímpico, Sapporo y Erzurum no fueron aceptadas por el COI y Turín fue apartada por el propio gobierno italiano. Quedan en liza Estocolmo, que no cuenta con el apoyo del Parlamento sueco, y Milán-Cortina d’Ampezzo, también con problemas con seguir su camino para la obtención de los Juegos.