
Las nevadas de finales de octubre y principios de noviembre contrastan con el ambiente suave -veranillo de San Martín- de los últimos días. Las temperaturas seguirán siendo un poco más altas. Pese a ello, a partir del 25 de noviembre y en días posteriores se abriría la puerta a posibles invasiones de aire más frío.
El veranillo de San Martín suele coincidir a mediados de noviembre y se caracteriza por un tiempo estable intercalado en medio del otoño.
Las nevadas de hace dos semanas apuntaban a un ambiente plenamente invernal. Pero hay que recordar que el ‘veranillo de San Martín’, instalado desde hace unos días en estas latitudes, se caracteriza por ser el preámbulo del invierno.
Por lo que el tiempo estable, intercalado entre algunas perturbaciones habituales del otoño, será el común denominador de los días siguientes. No en vano, a finales de semana, los vientos del SE y E podrían dejar algo de nieve, pero sólo en cotas altas.

FOTO Masella
De momento, la única estación de alpino que sigue abierta ininterrumpidamente en la Península es Masella. Por el centro catalán del Pirineo oriental han deslizado ya 25 mil esquiadores. Sin obviar, las pistas nórdicas de Tuixen que siguen igualmente abiertas para la práctica del fondo y las raquetas.
El ‘veranillo de San Martín’, común denominador de los próximos días
Dani Ramírez, meteorólogo de la televisión autonómica de Catalunya, explica que el ambiente será más de finales de octubre. Por lo que el tiempo suave podría alargarse hasta el 23 de noviembre.
«A corto plazo, no se espera ni mucho frío, ni nevadas. Las temperaturas para domingo próximo en los Pirineos podrían ascender entre 2 y 4º C por encima de la media, con heladas nocturnas más bien tímidas».
«La situación será parecida en en gran parte de Europa -exceptuando el Mar Negor, Turquía, Bulgaria, Rumanía y Grecia-, con un potente anticiclón que se ubicará en el norte de Francia. Allí, las temperaturas pueden incluso subir hasta 8º C», dice Ramírez.

Habrá que tomar paciencia y esperar hasta los últimos días de noviembre, donde se puede entrever un cambio de situación. Un cambio que podría coincidir con el esperado puente de la Inmaculada y pistoletazo de salida a la temporada del deporte blanco.
«El frío comenzará en Europa del este, entre el 21 al 27 de noviembre, desde Austria hacia el este», añade el meteorólogo.
Un frío necesario para la puesta en marcha de los cañones de nieve programada, además de asegurar el inicio de la temporada del deporte invernal.
«A partir del los días 24, 25 o 26 de noviembre vendría un poco más de frío, pero no parece ninguna ola de frío. La temperatura se normalizarían y las noches ya serían más frías, por lo que los cañones ya podrían funcionar a pleno rendimiento».