Las siete estaciones del Pirineo oriental francés agrupadas bajo la denominación ‘Neiges Catalanes’ (Nieves Catalanas) han presentado su campaña de invierno 2018-2019. El producto sigue siendo el mismo, fiel a su línea de estaciones familiares, de dimensiones humanas y de asequible proximidad. La marca engloba el dominio esquíable de Cambre d’Aze, con sus sectores de Eyne y Saint Pierre des Forcats, Font Romeu Pirineus 2000, Porté Puymorens, Les Angles, Formigueres, La Quillane y el Espacio Nórdico de Capcir.
Todas ellas experimentaron un alza la pasada temporada respecto a la de 2016-2017, tanto en volumen de esquiadores como económico. En todas ellas se respira un ambiente cercano, donde los vecinos del sur son acogidos calurosamente y la mayor parte de las veces en su propio idioma. Dentro de sus posibilidades, teniendo en cuenta que muchas son de propiedad municipal, cada invierno presentan una serie de novedades que no hacen más que mejorar los servicios a un precio competitivo.
Forfait común y facilidades para discapacitados
Todas ellas presentan una notable oferta hotelera, que en los últimos años se ha intensificado con la aparición de alojamientos rurales. La opción de residencias y campings ha sufrido un ligero retroceso pese a seguir siendo la primera opción para la clientela más joven.
El respeto a la naturaleza por parte del territorio es absoluto, manteniendo unos parajes cautivadores por su conservación. La accesibilidad para las personas discapacitadas es un aspecto en el que Neiges Catalanes lleva años trabajando. Bajo la marca ‘Tourisme & Handicap’ estas estaciones tienen inventariadas sus instalaciones accesibles para personas con discapacitación, tanto en pistas como hoteles. En este enlace se encuentra información exhaustiva sobre ello. Y muchas escuelas de esquí cuentan con material adaptado mientras que la asociación Handicraft acompaña a estas personas por los dominios de Font Romeu, Cambre d’Aze, Formiguères y Les Angles.
Neus Catalanes propone un total de 180 km esquiables en una altitud que oscila entre los 1.500 y 2.700 metros. Para los amantes del nórdico hay 250 km para disfrutar y 120 más de trazados para raquetas de nieve. Un forfait común para las siete estaciones y su cercanía, a poco más de dos horas de coche de Barcelona, son otros de los atractivos de los Pirineos Orientales.

Cambre d’Aze, la más salvaje
22 kms de bosque de pino negro ofrece esta estación que domina los pueblos de Eyne y Saint Pierre des Forcats. 800 metros de desnivel que puede llegar a una altitud de 2.750 si 350 metros más abajo se decide hacer esquí de travesía. Si el cielo está nítido se puede ver el Mediterráneo desde La Pedrera, al final del telesilla del Molí. Subir la cascada de hielo del Coscoll junto a un guía experimentado o salidas nocturnas en raquetas son otras de las posibilidades.

Font Romeu, la pionera
Es la referencia histórica de los Pirineos Orientales. Unida a Pyrénées 2000 cuenta con 43 km de pistas con una excepcional panorámica de la orografía que le rodea. Centro de preparación de atletas de élite gracias a su idónea ubicación, su tradición deportiva es reconocida unánimemente.
Además de sus pistas, en las que cabe el esquí nocturno, cuenta con un estadio de biatlón, snowpark, submarinismo bajo hielo, espacios dedicados a los más pequeños y un patrimonio histórico digno de apreciar.
Este invierno presenta una nueva pista, la Discovery. Transcurre por debajo del telesilla de Les Airelles. Y no la pisan las máquinas sino los esquiadores. El snowtubing es otra de las novedades, así como la posibilidad de hacerse fotos de recuerdo en tres de los puntos más atractivos de la estación.

Porté Puymorens, la más alpina
Al menos esa fama tiene esta estación con una ubicación excepcional que cuenta con 50 km esquiables. Este invierno aumenta su superficie con la apertura de un nuevo sector, el 5, que depara un panorama espectacular y nieve virgen. Quien quiera ver ‘in situ’ cómo trabaja una ‘ratrac’ puede hacerlo aquí acompañando al operario, con una subida especial, a las cuatro y media, para ver cómo el sol sale sobre la Cerdanya.
Una plataforma colgante, a semejanza del l‘Aiguille du Midi alpina, se encuentra al final del telesilla Fontfreda, al inicio de la bajada de las pistas de la Mina. De acero y vidrio, sentirse suspendido allí es una sensación especial.

Les Angles, a pie de pueblo
La más extensa en cuanto a superficie esquiable y a pie de pueblo. Con más de medio siglo a sus espaldas, tiene todos los avances tecnológicos en cuanto a aplicaciones y wifi en zonas comunes. Presenta la ‘Tarjeta Privilegi’ con la que se puede esquiar a primera hora, antes de la apertura, con los pisters. Una experiencia difícil de olvidar.
La gran novedad de este invierno es el estreno del espacio Aqua Bien-Etre Angleo Balneo. Las últimas novedades del sector termal y de relajación en contraste con la excitación de los descensos matinales. Hay una variante del forfait de seis días que facilita una entrada de tarifa de temporada baja.

Formiguères, bosque y lagos
La mayor parte de sus 25 km de pistas transcurren entre bosque, tiene una buena área de fuera pista y está rodeada por doce lagos a los que se llega tras caminatas por parajes panorámicos.
En la zona alta de la estación se encuentra la snowlicius, una ratrac reconvertida en cocina donde encontrar una restauración original, única en las pistas del país vecino. Productos locales saboreados a dos mil metros de altitud.
Formiguères presta una gran atención a los más pequeños y cuenta con un Jardin des Neiges y el club Piou Piou, espacios reservados para niños. Las mascotas Floc y Neu se encargan de diseñar una cargada agenda todos los jueves de vacaciones escolares. Conciertos, tapes, bajadas de antorchas y fuegos artificiales completan las actividades de esta estación que se hace cargo de manera gratuita, ya que va incluido en el forfait, del seguro de sus esquiadores, que quedan cubiertos ante cualquier incidencia.

La Quillane, la escuela ideal
Esta pequeña estación de sólo 4,5 km esquiables es el lugar ideal para las primeras bajadas. Sus suaves laderas han enseñado a desenvolverse sobre unas tablas a multitud de niños, que después esquiarán en otras muchas estaciones pero siempre guardan un lugar en su recuerdo para La Quillane. A partir de los 3 años monitores de la ESF se encargan de descubrir los placeres de la nieve, sea en esquí o snow.
El helicóptero de las nieves, el snow-scoot o el snake-gliss son otras de las ofertas, como el esquí hasta las siete de la tarde de jueves a sábado durante las vacaciones escolares. Abre todos los fines de semana y todos los días cuando cierran los colegios.
Conducir coches en su circuito helado y motos de nieve para niños de 5 a 10 años completan el menú donde el postre es poder disfrutar de la estación fuera de los días de apertura para organizar eventos de grupo.

Capcir, una estación de mucho fondo
Noventa km, setenta de ellos marcados, para los amantes del esquí nórdico en medio de unos paisajes grandiosos es lo que puede encontrarse en el Space Nordique de Capcir, reconocido con la distinción ‘Cuatro abetos’ por la calidad de sus equipamientos y servicios.
Además del fondo, skating, trineos, poneys, senderismo a pie, raqueta o caballo por valles, cimas y lagos siendo el refugio del Coll del Torn destino habitual. También fat-bike, ski-joering y la novedad de este invierno, el biatlón laser.
Las fiestas tradicionales son celebradas por todo lo alto en las estaciones del Pirineo Oriental. Navidad, fin de año y carnaval recargan una agenda ya de por sí generosa durante todo el invierno. El ‘après ski’, en su vertiente gastronómica o termal, y el tren amarillo, un símbolo que conecta el territorio en un trazado plagado de obras de ingeniería, redondean una extensa oferta que siempre deja la sensación de querer repetir.