Tessa Worley ha sido la vencedora del gigante inaugural de la Copa del Mundo en Soelden imponiéndose por 35 centésimas a Federica Brignone y por 94 a Mikaela Shiffrin, con quienes ha compartido podio. Ha sido la primera victoria de Worley, doble campeona del mundo de la especialidad, en la estación austriaca, donde el año pasado obtuvo su mejor resultado al acabar segunda por detrás de Viktoria Rebensburg, que defiende el Globo de la especialidad y que hoy se ha quedado a cinco centésimas del podio.
No ha sido una carrera fácil. En la primera manga una nevada moderada pero insistente, un cielo gris que ofrecía una luz incómoda y el viento en la cota alta que obligó a bajar la subida, presentaba un escenario complicado. Afrontar el larguísimo muro del Rettenbach ha sido empresa ardua y la pista se ha ido deteriorando a medida que las participantes la recorrían. Buena prueba de ello es que los ocho primeros dorsales coparon las primeras ocho plazas en la primera bajada.
Las favoritas cumplen expectativas
Federica Brignone, la primera en tomar la salida, ha demostrado que sus problemas físicos de pretemporada son historia y ha firmado una primera manga impecable que le ha dado el mejor tiempo. Tras ella, Rebensburg, Worley, Shiffrin, Mowinckel y una Brunner que crece a pasos agigantados.

Muchos problemas ha dado el muro en la primera manga pero en la segunda se han multiplicado al abrirse ya la pista cuando salieron las mejores de la bajada inicial, con un trazado más dinámico marcado por Tim Gfeller, el entrenador noruego cuyo equipo ha realizado una carrera más que notable colocando a cuatro de sus componentes en el ‘top ten’.
Si los problemas en el muro eran mantener la velocidad y la estabilidad, el llano final ha ofrecido una resistencia que le ha costado cara a más de una. Había que llegar con el suficiente ritmo para no clavarse y ceder un tiempo en meta que se pagaba muy caro. Deslizar con suavidad y mantener la aerodinámica ha dado y quitado más de una décima.

Dos jóvenes noruegas que impresionan
La segunda manga ha empezado con tres sorpresas, todas ellas noruegas. La jovencisima Thea Louise Stjernesund, 21 años, en su primera carrera en la Copa del Mundo marcaba el mejor tiempo, seguida de Kristin Gjelsten Haugen, con más experiencia a sus 26 años, que han disfrutado del sillón de los más rápidos hasta que ha aparecido su compatriota Kristin Lysdhal, 22 años, para superarlas. Y quedaba por salir Ragnhild Mowinckel y el resto de las mejores en la primera manga.
Un final trepidante
Ha sido un final de carrera emocionantisimo, con las contendientes batiendo tiempos una tras otra. Holdener ha mejorado la marca de Lysdhal, Mowinckel la de Holdener pese a una bajada accidentada, con demasiada precipitación pero con un tesón que hace qur se sobreponga a cualquier contratiempo. Entonces ha llegado Brunner para desbancar a la noruega y la austriaca se ha visto superada por Rebensburg, ganadora aquí el año pasado.

Shiffrin ha mejorado el tiempo de la alemana y Worley la de la estadounidense poniendo fin a una serie de seis bajadas consecutivas absolutamente enervantes sobre una pista cada vez más deteriorada. Federica Brignone tenía la última palabra pero no ha sido capaz de derrotar a Worley, que ha hecho una segunda manga de libro, sin fallos, esquiando agresiva, angulando hasta lo imposible y ha sido esa decisión lo que le ha dado el primer triunfo de la temporada, el primero en Soelden y el decimotercero de su trayectoria en la Copa del Mundo. La esquiadora de la Saboya ha admitido que «todas sabíamos que iba a ser una lucha muy dura contra la pista y entre nosotras mismas. Creo que la diferencia con el año pasado, cuando acabé segunda, ha sido un estado anímico más confiado y tranquilo».
La cruz ha sido para Lara Gut, demasiado tensa para acabar 14ª, Anna Veith (20ª), Tina Weirather (25ª), Sara Hector, que perdió un esquí, y Petra Vlhova, que tampoco acabó.
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