Marcel Hirscher sigue buscando el ‘más difícil todavía’ y después de ser el único esquiador capaz de ganar siete Copas del Mundo consecutivas, se prepara para tratar de levantar un octavo Globo de cristal. Apenas dos días después de ser padre por primera vez, fue la gran atracción junto a Mikaela Shiffrin del Atomic Media Day y atendió a neveitalia.it.
Y es que Hirscher tiene un carácter competitivo fuera de lo normal, tal como reconoce. «Nunca quiero acabar segundo. Es mi naturaleza, quiero darlo todo, no importa lo que quiera conquistar. Entrenando no soy así pero en carrera cambia todo. La razón por la que sigo compitiendo es el simple placer de disputar carreras. Me excita luchar por una victoria y sentir cómo sube la adrenalina», explica el campeón austriaco a la web transalpina.
Nunca quiero acabar segundo, es mi naturaleza. Entrenando no soy así pero en carrera cambia todo
A veces sus declaraciones se han malinterpretado. Como cuando dijo que no había alcanzado el cénit de su trayectoria deportiva. El mismo Hirscher lo aclara diciendo que «trataba de explicar que siempre busco una mejora. Y esto no significa que la temporada que viene vaya a ganar quince carreras, sería absurdo. Pero sí que tengo aspectos a mejorar, como por ejemplo mis curvas a izuierdas en el gigante. Para mi esto es progresar. ¿El descenso? Debo ser honesto, necesitaría tres o cuatro años tener el apoyo justo en los pies; es un proyecto a cinco o seis años vista y no estoy dispuesto a ello».
Hirscher, de 29 años, inicia la temporada con las dudas lógicas sobre su estado de forma y la de sus rivales. «El gigante de Soelden se avecina con rapidez y como cada año sólo puedo decir que no estoy todavía a punto. La carrera va a llegar muy pronto (28 octubre) y no puedo parar el tiempo. Me ayuda un poco la experiencia, me he entrenado bien pese a que no ha llegado todavía la nieve y espero que cuando me ponga el primer dorsal vaya todo como en el último invierno. Pero en las dos semanas que faltan será difícil entrenar en condiciones por las altas temperaturas. No es fácil encontrar buenas condiciones de nieve. Pero ese problemas es para todos, no sólo mío. Espero que la nieve llegue antes que la carrera y poder tener algunos buenos entrenamientos».
No quiere hacer pronósticos y prefiere verlas venir. De este modo explica que «no sé cuáles serán mis objetivos en la próxima temporada. Sé que el cronómetro está a cero para todos y en Soelden veré en qué punto estoy y si tengo la posibilidad de luchar por la Copa del Mundo. Ahora es demasiado pronto para hablar», concluye Hirscher.