
Tignes se ha visto obligada a posponer la apertura del glaciar de la Grande Motte, prevista para el fin de semana próximo. La estación de los Alpes franceses no tiene suficiente capa de nieve para garantizar el esquí con todas las garantías.
El calor del verano pasa factura a Tignes
Las grandes nevadas del invierno pasado auguraban una buena campaña estival. Pese a ello, las altas temperaturas registradas el mes de agosto han deslucido el inicio de la temporada otoñal. Una apertura que se hará efectiva tan pronto como caigan las primeras nevadas.
Así lo ha anunciado la Société des Téléphériques de la Grande Motte, la Régie des Pistes y el Ayuntamiento de Tignes.
“A finales de septiembre, solo podemos observar una capa de nieve degradada, que no permite ofrecer condiciones de entrenamiento óptimas para los esquiadores, clubes y profesionales de los deportes del esquí y snowboard, que tradicionalmente iniciaban la temporada en Tignes a partir del mes de octubre”.
La apertura de las instalaciones deportivas cubiertas se mantiene. Por lo que el centro deportivo y de congresos Tignespace y el área acuática Le Lagon abrirán el sábado 29 de septiembre.