La temporada de esquí 18/19 está cada vez más cerca. Los incondicionales al deporte blanco esperan ansiosos la llegada de las primeras nieves. ¿Pero realmente seguirá la tónica del anterior invierno, marcado por nevadas y frío continuados?
Todo apunta a que las primeras nevadas llegarían del 20 al 30 de octubre hasta 2.000 a 2.200 metros. Y aunque podría ser un buen año de nieve, diciembre podría ser más seco. Una situación que mejoraría a partir de enero del 2019.
Primer avance de la temporada de esquí
Dani Ramírez, meteorólogo de la televisión autonómica de Cataluña admite que estamos en un ciclo dinámico de nevadas abundantes y más frío de lo normal.
“Este proceso se inició el pasado enero, aunque con un verano que no ha cumplido esta premisa”, añade.

FOTO: Sierra Nevada
Pese a ello, los distintos modelos meteorológicos no se ponen de acuerdo. El meteorólogo analiza diversos parámetros para poder pronosticar la tendencia del invierno próximo. Aunque admite que los mapas divergen todavía.
“Hay varios factores a tener en cuenta como las tendencias atmosféricas de la racha actual lluviosa, las percepciones cíclicas atmosféricas e intuiciones por experiencia. Sin embargo y aún disponiendo de mapas de predicción de 3 a 6 meses, más allá de los dos meses carecen de fiabilidad”, admite Dani.
Pero la pregunta del millón es la tendencia para la próxima temporada en estas latitudes. Y es que la anterior campaña dejó el listón muy alto con nieve hasta bien entrada la primavera
“Por un lado me inclino a que este año le costará helar. Normalmente lo hace del 25 al 30 de septiembre, con unas primeras heladas de 0º a -2º en los valles a 1.000 metros. Por lo que habrá que esperar a octubre. La nieve podría hacer acto de presencia entre el 20 y 30 de octubre hasta 2.000 a 2.200 metros”.
“La tendencia para noviembre marca un inicio más seco. Aunque normalmente nieva entre el 22 y el 30 a partir de 2.000 metros, lo cual ayuda a hacer la base del invierno y poder esquiar durante el puente de la Purísima. Diciembre sería probablemente más seco. Y si me atrevería a decir que enero y febrero volverían a ser fríos y con nieve más abundante”, añade el meteorólogo.

FOTO: Lameteo.org
Previsión a corto plazo
El verano llega a su recta final. Después de unos días algo más calurosos, las tormentas podrían ser presentes como colofón del verano.
“La isoterma de 0º sube sube estos días a 3.800- 4.000 metros en el Pirineo. Ambiente de verano. Temperaturas entre 2 y 5 grados más altas de lo normal. Las tormentas ganarán terreno entre el 14 y 18 de septiembre dada una entrada de aire fresco por el Atlántico”, comenta Ramírez.
Pronóstico a medio plazo
Los mapas americanos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) indican un octubre más lluvioso de lo normal, pero poco frío. En principio las nevadas se harán esperar.
“Se prevén precipitaciones de entre el 30 y 50% superiores a la media. Esto significa de 90 a 130 lim2. Temperaturas con 1º más sobre la media. Sierra Nevada podría beneficiarse de esta situación. Y añade, que “la tendencia para los Alpes será más seca y poco frío”.
Los diferentes modelos meteorológicos a largo plazo no se ponen de acuerdo. Por lo que habrá que esperar todavía un mes como mínimo para tener un pronóstico más fiable.