La Transpirenaica Social Solidaria es una entidad sin ánimo de lucro que nace en el 2013 de la mano de la Fundació Formació i Treball como un proyecto educativo no formal, para mejorar de forma imaginativa, la integración social de jóvenes en riesgo de exclusión.
Y el Pirineo ha sido el escenario durante 42 etapas, del 14 de junio hasta ayer, donde más de 400 jóvenes de 29 nacionalidadeshan vivido mucho más que una aventura. Han sido 42 días apartados de un entorno que, en muchos casos, les aboca a una exclusión social.
Jóvenes emigrantes en un ambiente difícil y hostil han convivido en la montaña gracias a la sexta edición de la Transpirenaica Social Solidaria, una iniciativa que secunda la Fundación del Banco de Sabadell como coorganizadora y en la que colaboran un buen número de empresas y ayuntamientos por los que pasa la travesía.

Han sido 800 km entre el cabo Higuer, en Hondarribia, y el cabo de Creus. Atravesando valles, ríos y cimas este grupo de jóvenes se han imbuido de una serie de valores como el trabajo en equipo, la convivencia, la diversidad, el esfuerzo, la solidaridad y el liderazgo en medio de un marco natural único.
Evitar su vulnerabilidad y que al término de esta aventura tengan unos recursos que al iniciarla no tenían, para enfrentarse a un entorno muchas veces hostil y que traba su evolución como personas, es el objetivo de esta experiencia.
Asociaciones del País Vasco, Navarra y Catalunya han suministrado un total de 230 educadores y voluntarios que han guiado a estos jóvenes para aumentar su confianza y su talento, haciéndoles ver que son bien recibidos. El esfuerzo que impone la travesía es el mismo para todos y la oportunidad de su inclusión social no se da únicamente en la Transpirenaica, sino que a lo largo del año pueden tomar parte en una serie de actividades encaminadas hacia el mismo fin.

Además, se pone en contacto a los jóvenes con las empresas colaboradoras lo que supone en algunos casos una puerta abierta a un futuro laboral. Los organizadores inciden en la transmisión de valores y cada mañana, antes de iniciar la marcha se leía un artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, siendo comentado después durante la jornada de travesía. Catalunya y País Vasco son las comunidades que más jóvenes aportan.
La Transpirenaica es una herramienta muy útil para fomentar la unión y la inclusión teniendo como guía los derechos humanos. La jornada no acaba cuando se llega al punto de destino. Allí, cada día, les espera una serie de charlas, foros, conferencias y otras actividades que las empresas, participantes y organizaciones colaboradoras desarrollan a lo largo de la travesía.