Todo está a punto para que mañana se inaugure en el resort griego de Costa Navarino el 51º Congreso de la Federación Internacional de Esquí (FIS), que se prolongará hasta el próximo sábado 19. La reunión bianual del máximo organismo del esquí y snowboard deberá decidir la sede de los Mundiales 2022-2023, celebrar su asamblea general y las diversas reuniones de los comités, que deberán de tomar una serie de decisiones que regirán ya en la temorada 18-19.
Serán diez los subcomités que se reunirán en Grecia para regular otras tantas cuestiones de esquí alpino: categoría femenina, juvenil e infantil, delegados técnicos, clasificaciones, reglamentación, Copa de Europa, Copa Intercontinental, carreras FIS, Copa del Mundo y carreras de la categoría Ciudadanos.
Temas como la reducción de cuotas en la Copa del Mundo, la posible supresión de la combinada alpina, cambio de sanciones mínimas en las diferentes categorías de competición, las potenciales interacciones entre las Copas Continentales y la del Mundo, entre ellas el establecimiento de un sistema de calificación, el futuro de las pruebas de velocidad en Copas Continentales y carreras FIS y la confección de los calendarios de la próxima temporada serán tratados esta semana del Congreso de la FIS en Costa Navarino.
Uno de los temas que mayor expectación despierta es conocer el destino del Mundial de alpino de 2023. Hay dos posibles sedes: Courchevel-Méribel en Francia y Saalbach en Austria, que ya fue sede del Mundial de 1991 y donde Stephan Eberharter se erigió en gran triunfador, ganando los títulos de super G y combinada.
Ambas candidaturas dispondrán de un ‘stand’ en Costa Navarino para mostrar las ventajas de su estación y presentarán su ‘dossier’ el martes. El jueves por la tarde, la FIS hará pública su elección.