Los gruesos de nieve siguen siendo muy notables en todas las áreas de montaña. Muchas zonas registran tres o más metros de elemento blanco. Los cambios de temperatura son estos días notables y, por tanto, el peligro de aludes es alto.
El fin de semana se presenta óptimo para la práctica del esquí, y la nieve hará las delicias de los aficionados. Cierto que el riesgo de aludes ha bajado hasta un nivel 3 de media. Pese a ello, hay que prestar especial atención a las salidas de montaña.
Mejor prevenir que curar
Las actuaciones en prevención de aludes sólo se realizan en el ámbito de las propias estaciones. Antes de salir fuera pistas conviene estar informado del nivel de aludes para ese día. Las estaciones de esquí ofrecen a diario la información actualizada.
Una información que se emite a diario a través del boletín de peligro de aludes que otorga el Institut Català Geolègic de Catalunya, Protecció Civil de Andorra o la Agencia Estatal de Meteorología, entre otros.

Precaución con la nieve durante el deshielo
El invierno ha estado marcado por nevadas muy contundentes. Ante los primeros estadios de deshielo, hay que prestar atención por la bajada de nieve primavera.
La investigadora del Centre d’Estudis de la Neu i la Muntanya de Andorra (CENMA), Anna Albalat, ha informado de que en una medición a Sorteny han llegado a acumular espesores de más de 333 centímetros de nieve.
Esto ha sido posible porque ha habido varias precipitaciones nivosa considerables en los últimos meses, lo que hace que haya sido uno de los inviernos con más nieve de los que hay registro.
«Han entrado fuerza perturbaciones que nos han afectado tanto norte como de sur. Junto con la temperatura baja que hemos tenido durante el mes de febrero sobre todo y en el mes de diciembre nos han dado fuerza episodios de nieve. En febrero ha habido hasta siete episodios de nieve «, explica Albalat.
Desde el CENMA también se recomienda precaución por el riesgo de deshielo conforme suban las temperaturas, pero no creen que haya un peligro especial.
«En principio si es en la dinámica de primavera normal y no hay precipitaciones de agua, no tiene porque haber problemas. Pero si hay perturbaciones de agua o lluvias muy importantes sí hay que vigilar y hacer control», advierte investigador Jon Apodaka.