El Arlberg, una escapada obligada donde la nieve, la pista y los fuera pistas comparten cartel

El destino austriaco de St. Anton, St. Christoph, Stuben, Zürs, Lech, Schröcken y Warth, conectados entre sí con una batería de teleféricos de última generación y más de 180 Km de descensos fuera pista, propician la mejor escapada de Semana Santa

La nieve polvo es el mejor aval del Arlberg
La nieve polvo es el mejor aval del Arlberg FOTO: Josef Mallaun

La región austriaca del Arlberg descubre una de las mejores regiones esquiables de los Alpes. A caballo del Vorarlberg y el Tirol, la zona austriaca se consolida en una de las mejores áreas de esquí y más grandes del mundo. El enclave obligado para la mejor escapa de esquí hasta el mes de mayo, con 305 Km de pistas y más de 180 Km de itinerarios de montaña satisfacen a los mejores esquiadores.

El Arlberg, situado en medio del parque nacional de Kalkalpen y una zona de rocas primitivas, aúna los estados federados austríacos del Tirol y Vorarlberg. Con una altitud de más de 2800 metros, la región abre una de las estaciones de esquí de los Alpes más modernas donde la nieve y el sabor tradicional conviven con armonía.

Pionera de los deportes de invierno, el esquí alpino nació en el seno del Arlberg. El enclave alpino vio nacer, a principios del siglo pasado (1920), la escuela de monitores más importante de Austria, Ski Club Arlberg, donde Hannes Schneider -vecino de St. Anton- revolucionó la técnica del esquí alpino.

El Valluga, icono del Arlberg
El Valluga, icono del Arlberg
FOTO: Josef Mallaun

Con el Valluga, 2.809 metros, como telón de fondo, el centro invernal procura un total de 305 Km de descensos non stop. Sus 88 remontes de última generación unen por pistas las regiones esquiables de St. Anton, St. Christoph, Stuben, Zürs, Lech, Schröcken y Warth.

Arlberg, una escapada obligada

El Arlberg siempre ha sido conocido por su espíritu pionero en lo que respecta a los deportes de invierno. Una popularidad que remonta a la par que la escuela de esquí de St. Anton proviene desde 1924, gracias a Hannes Schneider, vecino de St. Anton, fundador de la primera escuela de esquí.

Los teleféricos Flexenbahn y Trittkopfbahnen I y II, así como Albonabahn II, permiten desplazar a los esquiadores entre los diversos sectores del Arlberg.

Schneider introdujo la cuña y el stem, además de mejorar las fijaciones. La escuela, en constante perfeccionamiento y evolución, es en la actualidad una de las pioneras que destaca por su alto nivel de enseñanza. Además, para los niños existe una zona reservada con clases especializadas, individuales o en grupo y algún que otro monitor habla español.

Un lugar de esquí y desconexión
Un lugar de esquí y desconexión
FOTO: Christoph Schoech

Estas y otras innovaciones, como el teleférico Galzigbahn de St. Anton. hicieron famosa al Arlberg. Hoy en día, este espíritu pionero aún se puede encontrar en Arlberg. Con la apertura del teleférico entre Zürs y Stuben / Rauz, Ski Arlberg ha alcanzado recientemente otro hito en su larga y exitosa historia.

Conectada por remontes

La región esquiable de Austria se ha convertido en la referencia del esquí ‘non stop’. Atrás quedaron aquellas conexiones por carretera entre Stuben y Zurs. El centro invernal se encuentra totalmente conectado por remontes.

Un centro de referencia mundial FOTO: Arlberg
Un centro de referencia mundial
FOTO: Arlberg

Los teleféricos Flexenbahn y Trittkopfbahnen I y II, así como Albonabahn II, permiten desplazar a los esquiadores entre los diversos sectores. La creación de estos enlaces permiten a los esquiadores llegar a todas las ubicaciones de Alberg de forma fácil y cómoda con esquís.

St. Antom am Arlberg

Sede del campeonato mundial de esquí alpino en 2001, St. Anton forma parte del Alberg, formado por dos zonas (St. Anton-St. Christoph y Lech-Zürs), de 350 km de pistas y conectadas entre sí por carretera.

Del centro del pueblo arranca el impresionante teleférico Galzig, que da opciones de bajada a todos los esquiadores. Mención especial son las bajadas desde el Valluga, la cima de la estación y los fuera pistas desde Kapall, sin obviar los descensos hasta St. Christoph -con parada el restaurante Hospiz Alm-, o las laderas de Stuben.

El après-ski de St. Anton am Alberg

Si selecto es el esquí, no menos lo es su après-ski. Y es que en St. Anton la fiesta empieza antes de finalizar la jornada de esquí en el local de altitud “MooserWirt”. Aquel que durante el día fuera un restaurante, se convierte a partir de las cuatro de la tarde en el “MooserWirt party”.

Una imagen de archivo del Mooserwirt
Una imagen de archivo del Mooserwirt

La música en vivo provoca una masiva concentración de esquiadores que, bailando con botas de esquí, colapsan el local la mayor parte de los días. A media tarde, el centro de la población se convierte en un hervidero humano. Mientras unos salen a tomar un té o simplemente a dar un paseo, los más jóvenes siguen bajando con los atuendos de esquiar a sus respectivos lugares de alojamiento.

St Christoph

Una imagen invernal de St. Christoph
Una imagen invernal de St. Christoph
FOTO: Stantonamarlberg.com

St. Christoph tiene una larga historia que se remonta al siglo XIV. En este sentido, es el lugar de desconexión de las realezas europeas. Se trata de un destino de vacaciones, lugar donde se alza el conocido Hospiz Alm St. Christoph. Lugar obligado de parada para comer, que durante mucho tiempo sirvió para proteger a los viajeros del frío del clima, que quería cruzar el paso de Arlberg.

Lech y Zürs

Envuelta por la nieve, Lech embruja nada más llegar por su incomparable marco de originalidad. Y es que este paraíso alpino no solo es un lugar único donde esquiar sino también para descansar, y disfrutar de las encantadoras vistas que ofrece Stubenbach, de los trineos tirados por caballos entre los románticos caminos de Zug, de los parajes idílicos preparados para el esquí de fondo o de Oberlech, conocido como la terraza soleada del Alberg, al que solo se puede acceder en teleférico.

La nieve sigue haciendo las delicias de los incondicionales
La nieve sigue haciendo las delicias de los incondicionales
FOTO: Lech Zürs am Arlberg

Considerada una de las zonas más sofisticadas de los Alpes, las pistas de Lech están perfectamente adaptadas a cualquier tipo de esquiador. Mientras, las suaves laderas de Oberlech son las aliadas perfectas de los debutantes, las pistas centrales de Lech son compañeras inseparables de los esquiadores intermedios. Mientras, los descensos desde Zürs hasta Lech, pasando por la zona del Madloch, quedan reservados a los de nivel más alto.

Stuben


La montaña local de Stuben, Albona, es una de las laderas norte más magníficas de los Alpes, que garantiza una abundancia de nieve polvo hasta bien entrada la primavera. Se trata de una de las áreas donde los potentes descensos alternan con las zonas de freeride, que pondrán a prueba las piernas de los mejores deportistas.

Schröcken y Warth

Laderas blancas de considerable pendiente, con total orientación al norte, son sólo parte del aval que procura la región esquiable del Arlberg. Enclavada en la región alpina del Vorarlberg, Warth-Schröcken forma parte del centro invernal. Las pistas de esta zona están perfiladas por unos brutales y empinados fuera pistas de nieve virgen que no dejarán indiferente al mejor de los esquiadores.

Su orientación cara norte procura grandes cantidades de nieve virgen
Su orientación cara norte procura grandes cantidades de nieve virgen
FOTO: Warth-Schröcken

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