María José Cardell, “Pipi”, “después del Pico Chapáyev, el plan para el año próximo es abrir una vía nueva en el Dhaulagiri”

Socorrista en las pistas de Sierra Nevada, además de guía de montaña y fotógrafa, operadora de cámara y parte del comité de alpinismo de la Federación Andaluza de Montañismo, Pipi es también una de las mejores alpinistas y escaladoras españolas. No en vano, junto a su compañero Denis Urubko, abrieron una vía nueva en el pico Pico Chapayev, a más de seis mil metros de altitud en estilo alpino y ligero

María José Cardell (Pipi) es una de las alpinistas con más progresión que nuestro panorama alpino en España tiene en la actualidad. Gran escaladora y trabajadora. Para sus proyectos, hace campaña en las pistas de Sierra Nevada cada temporada de invierno y primavera. Su afición por la montaña le viene de casta, su familia ya destacaba en las nieves de sierra granadina.

Hace unos meses justo durante una charla con un buen almuerzo en la localidad granadina de Monachil, hablamos de su último gran logro, la nueva vía abierta junto a Denis Urubko en el Pico Chapáyev.

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¿Cómo llega Pipi después de su graduado en la universidad, al mundo de la montaña? ¿Hay alguien en tu familia que te empujó o de la cual te llegó la influencia del mundo de la aventura?  

La influencia familiar ha estado siempre presente, siendo sin duda la razón que me llevó a desarrollar mi vida en torno a las montañas. Mis abuelos fueron precursores del esquí y el alpinismo en Sierra Nevada, Granada, de donde somos originarios. Hay hechos familiares que para mí han sido un precedente en el que fijar mis pasos. Mi abuelo realizó en el año 1952 la primera ascensión invernal al Pico de la Alcazaba 3.371m, fue una gran gesta en aquella época. Mi madre llegó a ser medalla de plata en unos campeonatos nacionales de esquí y mi tía se coronó junto con una compañera, como la primera mujer andaluza en ascender una cima de ocho mil metros. Todo ello ha hecho que me sienta orgullosa y motivada en la persecución de mis propios logros.

Pasas por diferentes etapas antes de dedicarte a la montaña como profesional… Te haces guía del medio natural.

Siempre me he sentido un poco perdida en cuanto a qué estudiar para desarrollar un trabajo en el que me sintiera feliz. Probé con una licenciatura y una diplomatura en la Universidad, y finalmente fue un módulo profesional de guía en media montaña lo que me dio la oportunidad de trabajar dando a conocer Sierra Nevada a mucha gente de fuera. Fueron seis años muy gratificantes.

A raíz de tu paso por la EAAM, ¿Decides que la montaña sería tu medio de trabajo?

Realicé varios cursos con la EAAM porque pensé que era la mejor manera de ampliar mis habilidades técnicas con seguridad, de progresar para realizar actividades de mayor envergadura. Había ascensiones con las que soñaba pero para las que no estaba preparada. Ello no influyó en que yo escogiera a lo que finalmente me dedico, pero lo que sí tenía claro es que debía ser algo que se desarrollara en el mismo medio.

Digital Camera

Hay una faceta de tu vida profesional que me llama mucho la atención, eres cámara profesional con diferentes máster. Este trabajo como cámara, ¿te ha abierto puertas en el mundo audiovisual? ¿Qué trabajos nos puedes destacar como cámara? 

Una de mis pasiones es viajar y a raíz de ello nace el gusto por intentar plasmar, no solo lo que ven mis ojos, sino lo que me transmiten el lugar y la gente. Esta inquietud me lleva a querer aprender más, ya que necesito conocer bien ciertas cosas para poder disfrutarlas plenamente. Inevitablemente lo acabo ligando al deporte, y gracias a la unión de ambas habilidades realizo trabajos como camarógrafa para algunas productoras audiovisuales, y otros propios sobre mis ascensiones en montaña. Es de ellos de los que me siento más orgullosa. Aunque el hecho de escalar y llevar una cámara me ha abierto algunas puertas, es un mundo en el que es complicado hacerse un hueco de forma estable.

Sé que estás en las campañas de nieve en Sierra Nevada (Granada), ¿cuál es tu trabajo en la estación?   

Llevo alrededor de quince años trabajando como socorrista (pister) en la estación de esquí de Sierra Nevada. Básicamente nuestra tarea principal es encargarnos de la seguridad en las pistas y atender a los accidentados in situ para después transportarlos al servicio clínico.

Durante la temporada alta, ¿de qué tiempo dispones para organizar tus proyectos de cara a las expediciones?

La temporada de invierno es muy intensa. En cinco o seis meses se concentra toda la actividad de un año. Afortunadamente tengo un par de días libres a la semana y, dependiendo de las condiciones en la montaña, los dedico a hacer algo de alpinismo o bien a escalar en roca. No obstante, gracias a mi trabajo paso nueve horas al día realizando actividad a tres mil metros de altitud, lo que me aporta una buena aclimatación. Los días de mal tiempo, con vientos fuertes, niebla, nevadas y frío intenso trabajamos bajo unas condiciones duras. Yo siempre intento buscarle el lado positivo y me lo tomo como una parte importante del entrenamiento.

Hablamos de tus actividades de alta montaña, pero antes responde a esta pregunta. ¿Qué prefieres, escalar o las actividades alpinas?

Las dos, cada una tiene su momento. En cuanto a actividades alpinas yo diferenciaría entre una actividad  de uno o dos días y una expedición de meses de duración. Es cierto que con la edad cada vez me apetece más disfrutar de un día soleado de escalada o alpinismo, pero aún no ha llegado el momento de renunciar a ascensiones de más envergadura. Siento que algo me falta…

En el Rally de Escalada de Leiva, quedas primera… Gran resultado.

Fue el año pasado, con mi compañera de cordada Inma Garrido. Las dos disfrutamos muchísimo escalando y no dejamos de proponernos nuevos retos. El Rally de Leiva es una prueba más dentro de una liga. Nosotras participamos solo en esa por hacer algo diferente, por disfrutar de la experiencia, y para ser la primera vez que competíamos juntas, ganar fue extraordinario.

Sigo desde hace algunos años tus actividades, resalto: Andes, con varias cumbres de más de 5000, Illiniza Norte 5126m Cotopaxi 5870m, el Chimborazo 6275m. Cercana a las grandes cordilleras, tienes ascensión al Pico Lenin 7.134m en la Cordillera del Pamir, Kirguizistán  y asciendes el Spantik 7.027m en el Karakorum, Pakistán. ¿Por qué tardas tanto tiempo en dar el salto a los 8 miles?   

Para mí los ocho miles nunca han sido una meta idílica. Es cierto que en un momento dado busqué alcanzar cotas de altura mayores pero nunca se convirtió en una evolución ineludible. Por lo que nunca he forzado el momento. También es cierto que algunos intentos, en años posteriores a varias ascensiones a siete miles, se vieron frustrados por las lesiones. Pasé por cuatro operaciones durante tres años seguidos.

¿Qué sucede en el Cho Oyu en 2010?

En el Cho Oyu aprendí cosas importantes, sobre las montañas y sobre las personas. Algunas fueron positivas, otras no tanto. Muchísima gente en la misma vía; a veces provocando situaciones peligrosas, algunas de ellas por egoísmo… Haciendo recuento de todas esas experiencias, una vez acabada  la expedición, decidí que en mi próxima ascensión intentaría evitar todo lo negativo que encontré en dicha ocasión. Y así fue.

No has vuelto más a los grandes de Himalaya, ¿por qué razón?

Si por grandes te refieres a los picos de ocho mil metros, no, no he vuelto por lo que te comentaba antes y porque no he tenido la capacidad de realizarlos de forma diferente. Pero sí he descubierto grandes aventuras en el Himalaya que me han hecho volver.

Una pregunta que no me gusta hacer, pero que es irremediable, ¿de qué apoyos dispones para tus actividades y expediciones?

Hasta ahora de muy pocos. Económicamente diría que ninguno, a excepción del club al que pertenezco, el Nórdico Monachil, que siempre me paga la licencia federativa. En cuanto a ayudas de material, aunque también de forma escasa, siempre he encontrado alguna marca que me pase algo. Si bien este último verano he podido viajar a la Cordillera del Tien-Shan gracias a formar parte del Urubko Camp, el cual asume los gastos de las actividades de aquellos alpinistas comprometidos en seguir la planificación del Camp.

Háblanos de tu amigo Denis Urubko. ¿Cómo es como compañero de cordada?

Una vez me preguntaron qué era lo más importante para mí en el compañero de cordada, respondí que era indispensable la confianza y que por supuesto tenía que ser mutua. Indudablemente confiar en alguien con la experiencia de Denis es muy fácil, pero esa confianza también se extiende a lo personal, y el hecho de que él crea en mí para compartir muchos de sus próximos proyectos, hace que se establezca una relación muy sincera. Denis es generoso y me ayuda mucho en la realización de nuestras metas, sería absurdo que me exigiera estar a su mismo nivel, pero tiene muy claros dónde están los límites y es tajante a la hora de alcanzarlos para la consecución del éxito.

Has escalado este año el Khan Tengri, junto al pico Lenin forman parte de los 5 grandes bien llamados, Picos Más Altos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. ¿Buscas el prestigioso premio llamado Leopardo de las Nieves?

No, pero tampoco lo descarto. Es decir, no está entre mis planes de futuro pero hemos hablado de dicha posibilidad, aunque realizándolo de forma diferente a la habitual…

Para finalizar tu espectacular año, abres junto a Denis una nueva vía, en el Chapéyev Peak de 6.371m. Cuando hablamos, me comentaste que fue, como decirlo…¿Brutal? Resumen en pocas líneas esa apertura a nuestros lectores.

Sí, fue brutal para mí, porque ha supuesto cambiar de forma radical la manera en que yo he hecho alpinismo hasta ahora. Y todo ello no ha ocurrido de forma progresiva, he tenido que adaptarme en el mismo momento en que sucedía, por lo que ha sido muy duro. Nunca antes había abierto una vía nueva a más de seis mil metros de altitud en estilo alpino y ligero. Durante tres noches vivaqueamos dentro de grietas  sin tienda y con un único saco de dormir para los dos. La actividad ha sido a diario de sol a sol, horas durante las cuales ni bebíamos ni comíamos. El frío y el cansancio han sido mis peores enemigos en esta ocasión. Por todo ello, la satisfacción de haber aprendido con tal experiencia y del resultado final, ha sido también mayor.

A raíz de esta apertura, he visto con gran alegría que, te llaman de media Europa para charlas, festivales, promociones, semanas de la montaña. Desde mi punto de vista te lo mereces, ¿crees que desde ahora a Pipi Cardell se la tendrá más en cuenta a la hora de invertir en sus proyectos?

Muchas gracias Noel. Es cierto que estoy participando en bastantes eventos gracias a ésta nueva etapa, pero tampoco hasta el punto de tener resueltos mis proyectos. Ahora mismo llevo un par de meses buscando algún sponsor que me proporcione material, pero aún no he encontrado a nadie interesado.

¿Cómo ves el alpinismo femenino en nuestro país? ¿Crees que saldrá en algún momento sabia nueva?  

Desde este año formo parte del comité de alpinismo de la Federación Andaluza de Montañismo. Este año tenemos dos chicas en el equipo de jóvenes alpinistas, están trabajando duro y con muchísima motivación para estar al nivel que se les demanda. En anteriores ediciones, algunas de estas alpinistas han pasado a formar parte del equipo nacional realizando buenas actividades. Pero a nivel internacional creo que aún estamos por debajo de la media. A pesar de los esfuerzos realizados creo que hay algo en nuestra conducta, que tiene que cambiar.

Por último, ¿Qué tiene en mente o sobre el papel para el próximo año Pipi?

¡Hay tanto que me cuesta hasta creerlo! La mayoría de estos proyectos son con Denis, y ya están vivos y avanzando. En primavera pretendemos comenzar con algo de roca en el Ushba. El plan para el verano es ir al Pico Lenin con algunos de los integrantes del Urubko Camp. Ello nos dará una buena aclimatación para el otoño, en el que desarrollaremos  nuestro proyecto personal, el intento de apertura de una vía nueva en el Dhaulagiri. Y finalmente queremos rescatar un plan que pertenecía a este año pero que no ha sido posible llevar a cabo, la ascensión al Cerro Torre. Hasta la primavera habrá que entrenar, entrenar y entrenar…

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