Lindsey Vonn, que ostenta el récord de victorias en la Copa del Mundo femenina con 77 triunfos, ha concedido una entrevista a Reuters en la que enumera los retos que quiere conseguir antes de colgar los esquís. A sus 33 años no quiere retirarse sin haber igualado o batido la marca de 86 victorias de Ingemar Stenmark en la Copa del Mundo.
Igualmente quiere añadir a su palmarés otro título olímpico después de haber ganado el oro en el descenso de Vancouver 2010, donde también se colgó el bronce en super G. Y, por supuesto, cumplir en 2018 su sueño de competir con los hombres en una prueba de la Copa del Mundo, lo que supondría romper las normas que rigen esta competición desde hace 51 años. En este tema la FIS tiene la última palabra.
Con motivo de la celebración de los últimos cien días para la inauguración de los Juegos de Pyeongchang, evento que el Comité Olímpico de Estados Unidos celebró en la neoyorquina Times Square, Vonn refirió a Reuters que «sigo compitiendo porque me encanta lo que hago. Me gusta esquiar, me gusta ir rápida, me gusta la Copa del Mundo, mis patrocinadores, mis amigos… Todo es perfecto».
Su edad no es obstáculo para que siga ganando carreras y sobre esto dice que «que empiece a ser mayor no significa que tenga que retirarme y mientras esquíe rápida no me voy a plantear el adiós».
En el gigante inaugural de Soelden del 28 de octubre no se pudo ver la mejor versión de Vonn, que hacía casi dos años que no disputaba esta especialidad. Acabó en el puesto34 y no entró en la segunda manga. No cunde el pánico en el entorno de la cuatro veces ganadora de la Copa del Mundo, ya que será en las primeras carreras de velocidad, en Lake Louise donde acumula nada menos que 18 victorias, donde deberá empezar a rendir al máximo de sus posibilidades. «No me preocupa el resultado de Soelden. Sé que soy mucho más rápida y el gigante no es mi especialidad», apunta Vonn.

Pyeongchang, la obsesión por un segundo oro olímpico
Los Juegos de Pyeongchang los tiene subrayados en su agenda. La cita olímpica es para el equipo estadounidense el mayor objetivo, por encima de Copas del Mundo y Mundiales. Vonn explica al respecto que «vamos a ver un descenso y un super G de lo más emocionantes; la pista es perfecta». La de Minnesota fue segunda en las pruebas de velocidad, puntuables para la Copa del Mundo, que tuvieron lugar el pasado marzo en la pista olímpica. En el descenso se quedó a siete centésimas de la ganadora, Sofia Goggia, y en el super G la italiana volvió a derrotarla, esta vez por una diferencia menor, cuatro centésimas.
Su trayectoria en los Juegos no refleja su dominio en la Copa del Mundo, una competición en la que prima la regularidad. En una cita olímpica no vale echar mano de la calculadora, hay que dar el todo por el todo. En Salt Lake 2002 Vonn, que ya llevaba poco más de un año compitiendo en la Copa del Mundo, acabó 32ª en el slalom y sexta en la combinada. En Turín 2006 fue octava en el descenso, séptima en el super G, 14ª en el slalom y no acabó la combinada. Y en Vancouver ganó el descenso, fue tercera en el super G y no acabó slalom, combinada y gigante. Sochi se lo perdió por culpa de una lesión en la rodilla.
«Lo de Vancouver fue increíble y ganar allí ha sido la mejor sensación que he tenido en toda mi trayectoria deportiva. Por eso si vuelvo a proclamarme campeona olímpica estaría enormemente agradecida y todo el trabajo de ocho años se vería recompensado. Lo que tengo que hacer es esquiar lo que mejor sé. Si las lesiones me respetan y llego en condiciones a Pyeongchang estaré muy tranquila. Ese día tendré que darlo todoy si alguna de las chicas jóvenes lo aceptaré. Pero creo que todavía soy la mejor esquiadora de descenso y lo tendré que demostrar», asegura Lindsey con convicción.

El récord de Ingemar Stenmark y correr contra los hombres
En cuanto a batir el récord de victorias de Ingemar Stenmark, Vonn asegura que «es increíble que tenga al alcance una marca que parecía absolutamente inabordable. Para mí es un honor el mero hecho de tener opción a romper su récord. Ese es mi objetivo, sin olvidar que ser la mujer con más victorias en la Copa del Mundo supone un gran logro».
Sigue empeñada en correr contra los hombres una prueba de velocidad en Lake Louise. La FIS decidirá sobre ello en su congreso del mes de mayo porque Vonn pretende hacerlo en una prueba puntuable para la Copa del Mundo. Vonn explica que «llevo desde 2011 entrenando con hombres y creo que eso me ha ayudado a subir el nivel de mi esquí. Por más que me cueste admitirlo los hombres tienen más potencia y son más rápidos que las mujeres. Estoy en la cima de mi carrera, he logrado muchas cosas a lo largo de mi trayectoria y ese quiero que sea uno de mis desafíos. Sé que no ganaré pero quiero tener la oportunidad de intentarlo».