Lindsey Vonn debería pagarse su ansiado capricho

Competir contra los hombres en un descenso en Lake Louise es el ansiado deseo de Lindsey Vonn desde hace unos años. Pero el proyecto, rechazado anteriormente por la FIS, podría llevarse a cabo de celebrarse fuera de la competición oficial y financiado por algunos de sus patrocinadores

Lindsey Vonn entrenando con miembros del equipo estadounidense masculino
Lindsey Vonn entrenando con miembros del equipo estadounidense masculino

Lindsey Vonn es la esquiadora más victoriosa de la historia de la Copa del Mundo. Su imagen ha trascendido las pistas y lleva ya años convertida en una ‘star system’, que genera un seguimiento que ninguna otra esquiadora se puede permitir.

No sólo lleva 16 años en la Copa del Mundo, en la que la ha logrado 77 victorias (15 más que Annemarie Proell), sino que fue campeona olímpica de descenso en Vancouver 2010 y del mundo de super G y descenso en Val d’Isère 2009.

Todo lo que toca Vonn lo convierte en oro. Su vida privada hace tiempo que dejó de serlo y sus romances son seguidos y comentados como si fuese una estrella de Hollywood. Lindsey ejerce de maravilla el papel que ella ha escogido y al que le han llevado sus triunfos. Pese a ello, algunas compañeras del circuito han desvelado algunos aspectos no tan celebrados de su personalidad.

Los tres retos para 2017-2018

Vonn tiene tres retos que quiere cumplir en la temporada que se inaugura este fin de semana en Solden, aunque ella no debutará hasta las pruebas estadounidenses. Uno es el de brillar en los Juegos de Pyeongchang para aumentar su palmarés en las citas olímpicas, donde además del oro de Vancouver se hizo con el bronce en el super G.

Es su espina clavada después de perderse los de Sochi por culpa de una lesión en la rodilla derecha. Vonn ya ha manifestado que quiere ser prudente porque por nada del mundo quiere perderse los Juegos de Corea del Sur. Y es que seguramente será su última aparición olímpica dado que ya tiene 32 años. Además de disputar las pruebas de velocidad tiene pensado correr el gigante. Una prueba en la que ha justificado su participación diciendo que;

«como el gigante tendrá lugar en la primera semana de los Juegos, así ya tendré una carrera en las piernas cuando lleguen el super G y el descenso».

Lindsey Vonn con uno de los cuatro Grandes Globos que atesora su palamrés
Lindsey Vonn con uno de los cuatro Grandes Globos que atesora su palamrés

Su segundo reto es el de igualar o superar la marca de 86 victorias en la Copa del Mundo de Ingemar Stenmark, algo factible en condiciones normales.

«La pretensión de la esquiadora de Colorado, es una triste operación de marketing», alega Innerhofer

El tercer objetivo por el que lleva clamando desde hace varios años es el de poder competir en un descenso en noviembre de 2018 con los hombres en Lake Louise, la estación canadiense que es su talismán pues allí ha ganado nada menos que en 18 ocasiones, 14 de ellas en descenso. En su propuesta está apoyada por el equipo alpino estadounidense. La FIS, que ya ha rechazado la petición anteriormente, volverá a estudiarla la próxima primavera.

Aquí es donde Vonn encuentra detractores entre sus colegas masculinos, a los que no les falta razón en sus argumentos. El último en posicionarse ha sido el italiano Christof Innerhofer, que ha calificado la pretensión de la esquiadora de Colorado, «es una triste operación de marketing». Alega Innerhofer que la idea de Vonn no tiene sentido alguno y que para los participantes en la Copa del Mundo masculina.

«Su presencia sería una distracción y el número de dorsal de Vonn podría alterar los puntos de más de uno». Concluye el italiano, no sin sarcasmo, que «si tantas ganas tiene de esquiar contra nosotros, que venga al descenso de Kitzbühel», en referencia al legendario y peligroso descenso en la pista Streif».

¿Autofinanciación?

Vonn parece olvidar que la Copa del Mundo es una competición reglamentada, que no contempla más que alguna prueba mixta de reciente instauración y sin tradición ni prestigio dentro de la competición, sino que se disputa más como exhibición que otra cosa.

Los patrocinadores de Vonn podrían organizar una carrera en Lake Louise organizada por alguno de sus sponsors

Debe tener en cuenta que su deseo se estrella contra toda lógica, al menos si quiere llevarlo a cabo en competición oficial. Ella ya ha dicho que tiene claro que no ganaría pero que le gustaría saber su velocidad máxima compitiendo contra hombres. Pues sería la misma que corriendo con las de su género.

No es más que una nueva operación de marketing de Vonn, que tiene un sentido innato para crear expectación. No cabe duda que las audiencias se dispararían pero las normas son las normas y dudamos que la FIS se avenga a la propuesta, teniendo en cuenta que entre sus colegas masculinos no ha sido bien recibida. Pero siendo una ‘star system’ a la que no le falten patrocinadores podría organizar una carrera en Lake Louise organizada por alguno de sus sponsors.

Si lograse encontrar un hueco en el calendario que no afectase la competición oficial y recompensando generosamente a sus rivales masculinos es probable que pudiese llevar a cabo su tana ansiado como caprichoso deseo.

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