
Barcelona es más que una ciudad. No sólo es la puerta de entrada a la playa. Un lugar de cultura, pero también de gran tradición deportiva. La ciudad condal convive en perfecta armonía con los Pirineos. No en vano, tan sólo 150 Km la separan de las pistas de Masella.
DE BARCELONA A LAS PISTAS DE LOS PIRINEOS

Una zona que presume de tener un largo palmarés en cuanto a competiciones de Copa del Mundo se refiere. Razones no le faltan. Sólo La Molina -con catorce pistas homologadas por la FIS-, alberga año si y año también Copas del Mundo de modalidades diversas.
Sin obviar su vecina Masella y la aranesa Baqueira Beret, Y es que los nombres de las pistas de Coma Pregona y Luis Arias, respectivamente, podrían ser firmes candidatas para albergar cualquiera de las disciplinas olímpicas alpinas, en caso de que se celebrasen los Juegos Olímpicos del 2030.
No en vano, La Generalitat se ha postulado para impulsar la candidatura de este acontecimiento deportivo en el 2030
BARCELONA, DEL MEDITERRÁNEO A LOS PIRNEOS
El vídeo aporta vistas inmejorables de las estaciones de La Molina, Masella, Vall de Núria o Baqueira
ESCAPADAS MATINALES DEPORTIVAS
Pero la ciudad permite igualmente hacer una escapada matinal para recorrer los senderos en BTT por el Berguedà. Mención especial merece la práctica del senderismo, con la subida al Pedrafroca (2.506 m) dentro del Parque Natural del Cadí Moixeró.
Algo más alejado es el Parc Nacional d’Aiguestortes y Estany de Sant Maurici. Pero no por ello, menos interesante. Un lugar para recorrer en invierno con raquetas de nieve o realizar el mejor senderismo el resto del año.

Mención especial merecen el relieve de las imponentes montañas de la Val d’Aran. El enclave que vive por y para la nieve, además de poder llevar a cabo un sinfín de actividades deportivas y ocio en contacto en plena naturaleza.
La felicidad al quitarse las botas de esquí para sentarse en un pequeño restaurante donde degustar una tabla de embutidos y queso con un buen vino. Y de vuelta a la ciudad, el Modernismo de Sant Pau Recinte Modernista o la arena de la playa de la Barceloneta son visita obligada