
El canadiense Erik Guay se ha proclamado campeón del mundo de super G en la pista Corviglia de St Moritz, impidiendo la fiesta vikinga que ya empezaban a saborear Kjetil Jansrud y Aleksander Aamodt Kilde, a los que Guay hizo descender de los dos peldaños superiores del podio para subirse él y convertirse en el primer canadiense campeón del mundo de esta especialidad. Después Manuel Osborne Paradis lograba el tercer mejor tiempo y apartaba del cajón a Kilde.
La pista Corviglia ha presentado un buen aspecto, con nieve dura y un día nublado que daba una luz opaca, lo que unido a la ausencia de arbolado dejaba con pocas referencias a los esquiadores. Si a ello unimos los continuos cambios de terreno y seis saltos (algunos más propios de descenso que de super G) y alguno de ellos como el tercero en el que la siguiente puerta se echaba prácticamente encima, la exigencia de la Corviglia queda clara.
Guay, un veterano de 35 años que ganó la Copa del Mundo de super G en 2009-2010 y fue el campeón del mundo de descenso en Garmisch 2011, siempre estuvo por debajo de los tiempos de Jansrud, quien a su vez apartó de la zona del ganador a Vincent Kriechmayr, que salió el primero y resistió las bajadas de siete rivales, entre ellos Adrien Theaux, Alexis Pinturault, Beat Feuz, Peter Fill y Dominik Paris.
El canadiense aplicó su depurada técnica de deslizamiento y llegó muy fresco a la parte final, que encaró con sólo ocho centésimas respecto a Jansrud y fue capaz de aumentar su ventaja a las 45 centésimas en el último parcial. Guay sufrió una terrible caída en el primer descenso de Garmisch el pasado 27 de enero y salió milagrosamente ileso.
Osborne Paradis, en la gloria
Tanto Jansrud, que ha llegado a su sextomundial con una sola plata, la de la combinada de Vail, como Kilde acogieron con deportividad el registro de Guay pese a que ya se veían con un oro y una plata, respectivamente, colgadas del cuello. Pero es que lo peor estaba por llegar porque Manuel Osborne Paradis, otro veterano canadiense, ha decido regalarse una medalla de bronce en su 33 aniversario y enviar a Kilde a la siempre odiosa cuarta plaza por tan sólo tres centésimas.

Osborne, que sólo tiene en su palmarés tres victorias en la Copa del Mundo (la última data nada menos que de diciembre de 2009 en el descenso de Val Gardena) y en el Mundial su mejor actuación fue una novena plaza en el descenso de Are 2007, exprimió al máximo sus opciones en la parte alta de la Corviglia para ir cediendo progresivamente en los dos últimos parciales.

Las decepciones
Kriechmayr ha acabado en la quinta plaza por delante de Alexis Pinturault y quizás las decepciones vinieron de la mano de los suizos, que conocen a la perfección la Corviglia y que hoy no han cumplido las expectativas depositadas en ellos. El mejor ha sido Carlo Janka, octavo a 99 centésimas, seguido de Beat Feuz, duodécimo a 1″13, y Mauro Caviezel, 19º a 1″92. Igualmente han decepcionado las bajadas de los italianos, que presentaban a Dominik Paris y Peter Fill como mejores bazas. El primero acabó noveno a 1″01 y Fill undécimo a 1″11. También se esperaba más de los austriacos. Kriechmayr, quinto, ha sido el mejor de ellos. Tras él Hannes Reichelt, que defendía título y ha acabado décimo a 1″09, y Max Franz 13º a 1″37.
Dos andorranos han tomado parte en este super G. Marc Oliveras ha acabado el 32º a 3″97 mientras que Joan Verdú no ha llegado a meta.
CLASIFICACIÓN
Super G masculino del Mundial de St Moritz
1. Erik Guay (Can) 1’25″38
2. Kjetil Jansrud (Nor) 1’25″83
3. Manuel Osborne Paradis (Can) 1’25″89
4. Aleksander Aamodt Kilde (Nor) 1’25″92
5. Vincent Kriechmayr (Aut) 1’26″26
6. Alexis Pinturault (Fra) 1’26″28
7. Andreas Sander (Ale) 1’26″35
8. Carlo Janka (Sui) 1’26″37
9. Dominik Paris (Ita) 1’26″40
10. Hannes Reichelt (Aut) 1’26″47